sábado, 19 de noviembre de 2022

Himno de agradecimiento

Gracias, Señor, por la aurora;
gracias, por el nuevo día;
gracias, por la Eucaristía;
gracias, por nuestra Señora:
Y gracias, por cada hora
de nuestro andar peregrino.
Gracias, por el don divino
de tu paz y de tu amor,
la alegría y el dolor,
al compartir tu camino.
Gloria al Padre, gloria al Hijo,
gloria al Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos. Amén.

¿El punto o el papel?

Estábamos en clase de Religión comentando las palabras de Jesús en el Evangelio: "no juzgueis y no seréis juzgados".
- Eso está muy bien profe. Pero después en la vida diaria me resulta muy difícil no criticar y juzgar a los demás. 
- Es que por muy bien que nos caigan no dejamos de ver sus defectos. Y enseguida los aireamos ante los demás.
- Parece fácil cumplir las palabras de Jesús, pero luego la realidad me dice que no es así.
Alcé las manos y mostré una hoja de papel con una marca de lápiz que hice en el centro. Y pregunté a mis estudiantes:
- ¿Qué veis aquí?
Casi al unísono todos respondieron:
- ¡Un punto!
Todos se fijaron en la marca, y nadie reparó en la misma hoja de papel a pesar de tener mayor área en blanco.
- Así actuamos en nuestra vida -dijo el profesor-. Nos fijamos en un pequeño error de los demás e ignoramos el área más grande de sus aciertos. 

Aprende a ver, en los demás, el área blanca de sus aciertos y olvida la pequeña marca que dejaron sus errores.

viernes, 18 de noviembre de 2022

Salmo 32

Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos.
Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas;
cantadle un cántico nuevo, 
acompañando vuestra música con aclamaciones:
que la palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales,
él ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra.
La palabra del Señor hizo el cielo;
el aliento de su boca, sus ejércitos;
encierra en un odre las aguas marinas,
mete en un depósito el océano.
El Señor deshace los planes de las naciones,
frustra los proyectos de los pueblos;
pero el plan del Señor subsiste por siempre,
los proyectos de su corazón, de edad en edad.
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que él se escogió como heredad.

Errores y equivocaciones

Cuando Thomas Alva Edison tenía 67 años de edad, un terrible incendio en su fábrica, arrasó con toda una vida llena de investigaciones, años de trabajo, miles de experimentos y horas de desvelos. Todas sus investigaciones se perdieron en tan solo unos minutos.
Después del siniestro, Edison, se quedó mucho tiempo mirando las ruinas, y cuando su esposa y trabajadores trataron de consolarlo, les dijo:
- No se preocupen. Todo está bien. Acabo de ver que se quemaron 67 años de errores y equivocaciones. Ahora tenemos la oportunidad de empezar de nuevo.
Y así fue. El anciano inventor resultó más prolífico a partir de ese momento.

Aprende a salir airoso de sus problemas. No te quedes llorando tus desgracias, busca siempre el lado positivo de las cosas, y no esperes que lleguen incendios a tu vida. Tu mismo puedes quemar tus errores y arrasar con tus equivocaciones.

jueves, 17 de noviembre de 2022

Himno de alabanza

En esta luz del nuevo día que me concedes, oh Señor,
dame mi parte de alegría y haz que consiga ser mejor.
Dichoso yo, si al fin del día un odio menos llevo en mí,
si una luz más mis pasos guía y si un error más yo extinguí.
Que cada tumbo en el sendero me vaya haciendo conocer
cada pedrusco traicionero que mi ojo ruin no supo ver.
Que ame a los seres este día, que a todo trance ame la luz,
que ame mi gozo y mi agonía, que ame el amor y ame la cruz. Amén.

No descuides lo esencial

        Tradición Hindú

Cuentan que una mujer muy pobre, con un niño en brazos, pasó delante de una caverna y escuchó una voz misteriosa que desde dentro le decía:
"Entra y toma todo lo que desees, pero ten presente que solo tienes tres minutos. Después que salgas, la puerta se cerrará para siempre. Aprovecha la oportunidad que te doy"
La mujer entró en la caverna y encontró muchas riquezas. Fascinada por el oro y las joyas, dejó al niño en el suelo y empezó a juntar ansiosamente todo lo que podía en su delantal.
Agotados los tres minutos, la mujer cargada de oro y piedras preciosas, corrió fuera de la caverna, y la puerta se cerró.
Recordó, entonces, que el niño se había quedado dentro; pero la puerta ya estaba cerrada para siempre.
La riqueza le duró poco; pero la desesperación, toda la vida.

Recordemos siempre que la vida en este mundo pasa rápido, no agotemos nuestro tiempo en vanalidades descuidando lo esencial. Es decir, no descuides a quien realmente amas.

martes, 15 de noviembre de 2022

A tiempo

              José Mª Rodríguez Olaizola SJ

A tiempo y a destiempo,
en cualquier lugar, a cualquier hora,
con el viento de espalda o un huracán a la contra;
alegre o afligido, sereno o exaltado,
descansado o exhausto, lleva el Amor por bandera.
No cejes en el intento de compartir la justicia.
No acomodes la Palabra en nombre de la prudencia,
no adulteres la esperanza, proclama la Vida plena
de quien con su voz nos llama y con su historia nos llena.
No niegues que eres apóstol, no olvides que eres pro
portador de una noticia que ha de atravesar la guerra,
que ha de romper las paredes y ha de fecundar la tierra.

La sencillez

Un campesino inculto, de edad avanzada, llegó a las puertas de un monasterio. Cuando le abrieron, dijo:
- Amigos monjes, soy un hombre con mucha fe. Quiero recibir enseñanzas.
Los monjes hablaron entre sí, y al comprobar la incultura del recién llegado, pensaron que no estaba capacitado para recibir enseñanzas, pero como parecía un hombre de fe, le dieron una oportunidad:
- Mira buen hombre, te vas a hacer cargo de barrer todos los días el monasterio. Puedes quedarte aquí tendrás sustento y alojamiento.
Meses después, los monjes comenzaron a ver que cada día el campesino se encontraba más tranquilo. Reflejaba verdadero sosiego, tanto así que, extrañados, le preguntaron:
- Buen hombre, parece que en estos meses has tenido una gran evolución espiritual. ¿Estás practicando algún método especial?
Y el hombre contestó:
- Hermanos, lo único que hago con mucha lucidez y amor, es barrer el monasterio. Pero cuando lo hago, entiendo que también estoy barriendo de mí los rencores, los engaños, la codicia y el odio. Y cada día soy más feliz.

domingo, 13 de noviembre de 2022

Himno de alabanza (Laudes)

Es domingo; una luz nueva resucita la mañana
con su mirada inocente, llena de gozo y de gracia.
Es domingo; la alegría del mensaje de la Pascua
es la noticia que llega siempre y que nunca se gasta.
Es domingo; la pureza no solo la tierra baña
que ha penetrado en la vida por las ventanas del alma.
Es domingo; la presencia de Cristo llena la casa:
la Iglesia, misterio y fiesta, por él y en él convocada.
Es domingo; «este es el día que hizo el Señor»,
es la Pascua, día de la creación nueva y siempre renovada.
Es domingo; de su hoguera brilla toda la semana
y vence oscuras tinieblas en jornadas de esperanza.
Es domingo; un canto nuevo toda la tierra le canta
al Padre, al Hijo, al Espíritu, único Dios que nos salva. Amén.

Predicar con el ejemplo

Hubo cierta vez una reunión muy importante en el fondo del mar. Era la reunión de los cangrejos. La había convocado uno de los más viejos para tomar, así lo pensaba él, una decisión muy importante.
Acudieron pues cangrejos de todos los mares, desde los que llegaban de mares pequeños y aguas tranquilas, hasta los que procedían de los océanos más agitados. Aún aquellos que vivían en ríos contaminados mandaron a su delegado.
La reunión se abrió puntualmente. El viejo cangrejo tomó la palabra y dijo:
- Amigos míos, hemos venido haciendo algo que se ha constituido en un mal ejemplo para el resto del mundo. Es una costumbre que tenemos que cambiar.
Muy preocupados, todos lo miraban con curiosidad. Un joven cangrejo de río no pudo reprimir la curiosidad, y preguntó:
- ¿Y cuál es esa costumbre? ¿Y por qué crees que es un mal ejemplo para los demás seres de la creación?.
El anciano cangrejo respiró profundo. Muy preocupado tomó de nuevo la palabra y continuó:
- Os lo diré sin rodeos. Debemos de dejar de caminar hacia atrás. Todos nos ponen de ejemplo negativo y hablan de nosotros como atrasados.
Un cangrejo colorado que venía de muy lejos, dándose cuenta de lo serio del problema, preguntó:
- ¿Y qué propones para remediar el nocivo ejemplo que damos?
El anciano cangrejo tomó de nuevo la palabra:
- Seré realista. Para nosotros ya es muy difícil cambiar. Pero para los cangrejos niños será más fácil. Yo propongo que sus madres les enseñen a caminar hacia adelante.
Los cangrejos se emocionaron con la sinceridad con que les había hablado, y secundaron con entusiasmo la moción.
De esta forma quedó instituido que todos los cangrejos que nacieran de ese momento en adelante, sus madres les enseñarían a caminar hacia adelante.
Cada uno volvió a su hogar. Y las madres empezaron a enseñar a sus pequeñuelos. Guiaron con amor sus patitas, primero una hacia adelante, luego la otra. Una y otra vez insistieron en la nueva forma de avanzar.
Los pequeños intentaron seguir las instrucciones, aunque les costaba mucho trabajo. Pero con esfuerzo trataron de hacerlo.
Sin embargo, sucedió algo curioso. Sus mamás les decían cómo debían caminar, pero ellas mismas y todos los demás cangrejos a su alrededor continuaban caminando hacia atrás como siempre.
- ¿Cómo es que ellas hacen una cosa y nos enseñan otra? -dijo un cangrejito muy estudioso cuando las mamás no estaban presentes.
Los demás estuvieron de acuerdo.
Algunos pensaban que era una broma que les querían jugar, otros aducían que debía ser más fácil caminar hacia atrás, puesto que así lo hacían los demás.
En vista de la rebelión, hubo de convocarse a una nueva junta de cangrejos.
- La ley que hemos propuesto no funciona -admitió el anciano cangrejo que siempre decía la verdad.
Y agregó:
- Y no funciona porque no hemos predicado con el ejemplo, y lo cierto es que no podemos pedir a los demás que hagan lo que nosotros no hacemos.
La historia dice que esa es la razón por la que los cangrejos siguen caminando hacia atrás.

Las palabras convencen, pero los ejemplos arrastran. Los demás prestarán más atención a lo que hacemos que a lo que decimos. Y esta es una gran verdad que debemos aprender: "Predicar con el ejemplo"