sábado, 25 de junio de 2022

Oración al Inmaculado Corazón de María

Oh Inmaculado Corazón de María, camino seguro al Corazón de Cristo;
refugio seguro de nosotros pecadores;
nueva arca donde nos refugiamos en la tempestad.
A tu Corazón Inmaculado, Oh Madre Santísima, nos consagrarnos hoy;
queremos guardarnos dentro de tu corazón, mientras pasa el diluvio.
Queremos ser tuyos, Oh Madre. 
Te pedimos que nos defiendas, que nos protejas,
que nos guíes, que nos encamines
hacia la perfecta comunión con el Corazón de tu Hijo.
Nos guardamos y nos consagramos a tu Corazón Inmaculado,
lugar lleno de gracia y luz, lleno de amor y santidad.
Nos consideramos tu posesión y tu propiedad,
guarda, o Madre de Amor, lo que es tuyo.
Virgen Santísima, te pedimos que triunfe tu corazón,
triunfe en nuestros corazones, triunfe en la Iglesia,
triunfe en el mundo, triunfe la gracia sobre el pecado,
la luz sobre la oscuridad, el amor sobre el egoísmo.
Todos nosotros en unidad de corazón
entramos hoy en tu Corazón.
Gracias, oh Virgen Santísima, por acogernos con Corazón de Madre.

Todos tenemos nuestro momento

Hay una vieja fábula oriental que cuenta la llegada de un caracol al cielo. El animalito había venido arrastrándose kilómetros y kilómetros desde la tierra, dejando un surco de baba por los caminos y perdiendo también trozos del alma por el esfuerzo. Y al llegar al mismo borde del pórtico del cielo, San Pedro le miró con compasión. Le acarició con la punta de su bastón y le preguntó:
- ¿Qué vienes a buscar tú en el cielo, pequeño caracol?
El animalito, levantando la cabeza con un orgullo que jamás se hubiera imaginado en él, respondió:
- Vengo a buscar la inmortalidad.
Ahora San Pedro se echó a reír a carcajadas, aunque con ternura. Y preguntó:
- ¿La inmortalidad? Y ¿qué harás tú con la inmortalidad?
- No te rías, dijo ahora airado el caracol. ¿Acaso no soy yo también una criatura de Dios, como los arcángeles? ¡Sí, eso soy, el arcángel caracol!
Ahora la risa de San Pedro se volvió un poco más malintencionada e irónica:
- ¿Un arcángel eres tú? Los arcángeles llevan alas de oro, escudo de plata, espada flamígera, sandalias rojas. ¿Dónde están tus alas, tu escudo, tu espada y tus sandalias?
El caracol volvió a levantar con orgullo su cabeza y respondió:
- Están dentro de mi caparazón. Duermen. Esperan.
- ¿Y qué esperan, si puede saberse?, arguyó San Pedro.
- Esperan el gran momento, respondió el molusco.
El portero del cielo, pensando que nuestro caracol se había vuelto loco de repente, insistió:
- ¿Qué gran momento?
- Este, respondió el caracol. Y al decirlo dio un gran salto y cruzó el dintel de la puerta del paraíso, del cual ya nunca pudieron echarle.

viernes, 24 de junio de 2022

A san Juan Bautista

Pastor que, sin ser pastor, al buen Cordero nos muestras,
precursor que, sin ser luz, nos dices por dónde llega,
enséñanos a enseñar la fe desde la pobreza.
Tú que traes un bautismo que es poco más que apariencia
y al que el Cordero más puro baja buscando pureza,
enséñame a difundir amor desde mi tibieza.
Tú que sientes como yo que la ignorancia no llega
ni a conocer al Señor ni a desatar sus correas,
enséñame a propagar la fe desde mi torpeza.
Tú que sabes que no fuiste la Palabra verdadera
y que solo eras la voz que en el desierto vocea,
enséñame, Juan, a ser profeta sin ser profeta. Amén.

El poder en tu boca

Un día, Thomas Alba Edison llegó a casa y le dio a su mamá una nota
- Mi maestro me dio esta nota y me dijo que sólo se la diera a mi madre.
Los ojos de su madre estaban llenos de lágrimas y el niño le pidió que leyera en voz alta la carta que le había traído. Y la mama leyó así:
Su hijo es un genio, esta escuela es muy pequeña para él y no tenemos buenos maestros para enseñarlo, por favor enséñele usted.
Muchos años después la madre de Edison falleció, y él fue uno de los más grandes inventores del siglo.
Un día él estaba mirando algunas cosas viejas de la familia. De repente vio un papel doblado en el marco de un cuadro en el escritorio, lo tomó y lo abrió; en el papel estaba escrito: "Su hijo está mentalmente enfermo y no podemos permitirle que venga más a la escuela."
Edison lloró durante mucho tiempo. Después escribió en su diario: "Thomas Alba Edison fue un niño mentalmente enfermo, pero por una madre heroica se convirtió en el genio del siglo."
Qué impresionante la reacción de la mamá, ¿verdad? En lugar de leer lo que realmente decía la carta, y habiendo podido hacer hundir a su hijo, le dio un giro total, ¡le inyectó seguridad y certeza a su hijo! Le hizo creer que era un genio y se lo creyó tanto, que creció y murió siéndolo.
¡Tú boca tiene poder!, úsala para bendecir siempre.

miércoles, 22 de junio de 2022

Oración pidiendo el buen humor

         Santo Tomás Moro, su fiesta se celebra hoy

Señor, dame salud del cuerpo y, con ella,
el sentido común necesario
para conservarla lo mejor posible.
Dame un alma santa, Señor, que mantenga ante mis ojos
todo lo que es bueno y puro,
para que a la vista del pecado no se turbe,
sino que sepa encontrar los medios
para poner orden en todas las cosas.
Dame un alma ajena a la tristeza,
que no conozca refunfuños, ni suspiros, ni lamentos.
Y no permitas que esta cosa que se llama “yo”,
y que siempre tiende a dilatarse, me preocupe demasiado.
Dame, Señor, sentido del humor.
Dame la gracia de comprender una broma,
 para lograr un poco de felicidad en esta vida
y saber regalarla a los demás.

Así sea.

La luz de mi madre...

       Luis Maya

- ¡¡Basta ya de llorar!!
- Es que no puedo soportar la idea de no verla nunca más.
El ángel me respondió:
- ¿La quieres ver?
¡¡Yo respondí, afirmativamente!!
Entonces el ángel me agarró de la mano y me subió al cielo.
- Ahora la vas a ver, quédate acá.
Por una acera enorme comenzaron a pasar un montón de Mamas, vestidas como ángeles, con sus ropas muy blancas y una vela encendida entre las manos.
Le pregunté al ángel:
- ¿Quiénes son?
Y el ángel me respondió:
- Éstas son las Mamas que han muerto en estos años, y todos los días hacen este paseo con nosotros, porque son puras.
- ¿Mi Mamá está entre ellas?
- Sí, ahora la vas a ver.
Y pasaron cientos y cientos de Madres.
- ¡¡Ahí viene!!, me avisa el ángel.
Yo la vi ¡radiante!, como la recordaba. Pero había algo diferente a las demás... Era la única Mamá que tenía la vela apagada. Sentí una enorme angustia y una terrible tristeza por mi Mamá. En ese momento mi Mamá me ve, viene corriendo y se abraza a mi.
La abracé con fuerza y le pregunté:
- Mamá, ¿porqué tu vela no tiene luz? ¿Por qué no encienden tu vela como a las demás?
- Sí la prenden Hijo, me respondió, cada mañana encienden mi vela igual que las demás mamas. Pero... ¿sabes qué pasa hijo? Cada noche tus lágrimas apagan la mía. Por favor, deja que mi luz siga encendida, ya no sufras por mí, yo acá estoy bien, cuida de ti mismo, algún día vendrás y aquí estaremos juntos para siempre.

domingo, 19 de junio de 2022

Dadles vosotros de comer

           Canto de Salomé Arricibita

Cada día escucho y miro ….y cada día es lo mismo
cada día… si pudiera aliviar tantas quimeras..
cada día me pregunto si en realidad son mis asuntos
cada día…todo un mundo…qué puedo hacer si hay tantos muros….
Cinco panes y dos peces es todo lo que puedo dar
cinco panes y dos peces, Señor; no sé si bastará
y me sonríes y asientes y me haces así, consciente
de que mis panes y peces, son en realidad simiente
que se reparte y florece, que si se guarda, perece
y que la suma de todos, sacia a aquel que más padece
DADLES VOSOTROS DE COMER
QUE EN VUESTRAS MANOS HAY VIDA
QUE ESTÁ DESEANDO CRECER
Nunca pensé que importase lo que hago o dejo de hacer
ni creí que un solo gesto hiciera al mundo renacer
y me sonríes y asientes y me haces así consciente
de que el amor es poderoso si uno se vacía todo
para ser cauce, sin lodo, sin paredes, sin escombros,
del Amor que Tú derramas para alimentar a todos
DADLES VOSOTROS DE COMER
QUE EN VUESTRAS MANOS HAY VIDA
QUE ESTÁ DESEANDO CRECER

Historia de 4 semillas

      Pedro Pablo Sacristán

Hubo una vez cuatro semillas amigas que llevadas por el viento fueron a parar a un pequeño claro de la selva. Allí quedaron ocultas en el suelo, esperando la mejor ocasión para desarrollarse y convertirse en un precioso árbol.
Pero cuando la primera de aquellas semillas comenzó a germinar, descubrieron que no sería tarea fácil. Precisamente en aquel pequeño claro vivía un grupo de monos, y los más pequeños se divertían arrojando plátanos a cualquier planta que vieran crecer. De esa forma se divertían, aprendían a lanzar plátanos, y mantenían el claro libre de vegetación.
Aquella primera semilla se llevó un platanazo tan fuerte, que quedó casi partida por la mitad. Y cuando contó a las demás amigas su desgracia, todas estuvieron de acuerdo en que lo mejor sería esperar sin crecer a que aquel grupo de monos cambiara su residencia.
Todas, menos una, que pensaba que al menos debía intentarlo. Y cuando lo intentó, recibió su platanazo, que la dejó doblada por la mitad. Aquella semillita estaba completamente decidida a convertirse en un árbol, y una y otra vez volvía a intentar crecer, a pesar de que las demás semillas se unieron para pedirle que dejara de intentarlo. Con cada nuevo intento, los monos ajustaban más su puntería gracias a nuestra pequeña plantita, que volvía a quedar doblada.
Pero la semillita no se rindió. Con cada nuevo platanazo lo intentaba con más fuerza, a pesar de que sus compañeras le suplicaban que dejase de hacerlo y esperase a que no hubiera peligro. Y así, durante días y semanas, la plantita sufrió los ataques de los monos que trataban de parar su crecimiento, doblándola siempre por la mitad. Sólo algunos días conseguía evitar todos los plátanos, pero al día siguiente, algún otro mono acertaba, y todo volvía a empezar.
Hasta que un día no se dobló. Recibió un platanazo, y luego otro, y luego otro más, y con ninguno de ellos llegó a doblarse la joven planta. Y es que había recibido tantos golpes, y se había doblado tantas veces, que estaba llena de duros nudos y cicatrices que la hacían crecer y desarrollarse más fuertemente que el resto de las semillas. Así, su fino tronco se fue haciendo más grueso y resistente, hasta superar el impacto de un plátano. Y para entonces, era ya tan fuerte, que los monos no pudieron tampoco arrancarla del suelo. Y allí continuó, creciendo y creciendo.
Y, gracias a la fortaleza de su tronco, pudo seguir superando todas las dificultades, hasta convertirse en el más majestuoso árbol de la selva. Mientras, sus compañeras seguían ocultas en el suelo. Y seguían como siempre, esperando que aquellos terroríficos monos abandonaran el lugar, sin saber que precisamente esos monos eran los únicos capaces de fortalecer sus troncos a base de platanazos, para prepararlos para todos los problemas que encontrarían durante su crecimiento.