María, tus hijos llenos de gozo,
te proclamamos por siempre bienaventurada.
Tú aceptaste gozosa la invitación del Padre
para ser la Madre de su Hijo.
Con ello nos invitas a descubrir
la alegría del amor y la obediencia a Dios.
Tú aceptaste gozosa la invitación del Padre
para ser la Madre de su Hijo.
Con ello nos invitas a descubrir
la alegría del amor y la obediencia a Dios.
Tú que acompañaste hasta la cruz a tu Hijo,
danos fortaleza ante el dolor
y grandeza de corazón para amar a quienes nos ofenden.
danos fortaleza ante el dolor
y grandeza de corazón para amar a quienes nos ofenden.
Tú al unirte a la oración de los discípulos,
esperando el Espíritu Santo,
te convertiste en modelo de la Iglesia orante y misionera.
esperando el Espíritu Santo,
te convertiste en modelo de la Iglesia orante y misionera.
Desde tu asunción a los Cielos,
proteges los pasos de quienes peregrinan.
Guíanos en la búsqueda
de la justicia, la paz y la fraternidad.
proteges los pasos de quienes peregrinan.
Guíanos en la búsqueda
de la justicia, la paz y la fraternidad.
María gracias por tenerte como Madre. Amén.