viernes, 24 de mayo de 2024

Oración a María Auxiliadora de Don Bosco

Oh María, Virgen poderosa,
Tú, grande e ilustre defensora de la Iglesia;
Tú, auxilio maravilloso de los cristianos;
Tú, terrible como ejército ordenado para la batalla;
Tú sola has destruido cada herejía en todo el mundo;
Tú, en las angustias, en las luchas, en las estrecheces
defiéndenos del enemigo
y en la hora de la muerte
¡acoge nuestra alma en el gozo eterno! Amén.


Sueño con mi madre

Una joven se encontró con su madre del cielo la Virgen María en un sueño y conversaron, el lugar era muy bonito y cerca había un pozo de agua:
– Mamá quiero ser tan pequeña que tu hijo Jesús me ame con predilección, ¿cómo puedo lograrlo?
– Escucha mi voz en tu corazón, sé amable con tus familiares, amigos y desconocidos, nunca abandones tu fe.
– Madre mía ¿cómo puedo ayudar a los que sufren?
– Lleva tu alegría a sus corazones, comparte el amor que sientes por mí y por mi amado hijo y se luz para el mundo.
– Madre mía, ¿cuándo terminará el sufrimiento del mundo?
– Cuando conviertan sus corazones a mi Inmaculado Corazón y al Sagrado Corazón de Jesús.
– Madre Santa, ¿cuándo te podré ver?
– Cuando dejes de buscarme me encontrarás, vivo en tu corazón y soy yo quien te guio y cuido de ti y tu familia.
– Madre mía dime: estoy cumpliendo con mi misión o te he fallado?
– Sí que la cumples, pues llevas la llama de la luz de Dios al que sufre, al oprimido y al más necesitado. No se trata de viajar a todos lados sino de empezar por los más cercanos y testimoniar el amor de Dios en tu vivir y en tu actuar.
– Madre a veces me invade el temor y la soledad
– Es el maligno quien quiere engañarte y robarte la dulzura y pureza de tu corazón. Cuando te sientas sola y triste recurre siempre a mí que yo te sostendré y seré tu luz.
– Madre mía cuando iré al Cielo?
– Mi hijo ha escuchado tus ruegos y oraciones, vendremos por ti cuando tus hijas puedan valerse por sí mismas, sean independientes y tengan mucha fortaleza espiritual.
– Madre Santa y qué será de mi esposo?
– El vivirá una larga vida y ayudará a muchas personas en su recorrido.
– Madre Santa cuándo veré a Jesús?
– Cierra los ojos y lo puedes ver, puedes ver incluso el cielo desde la tierra.
– Madre Santa gracias por mi familia, mi esposo y mis niñas, cuídalos siempre Madre Mía.
– Ellos y tú siempre serán custodiados por mis ángeles y Arcángeles, el amor de Dios y su luz poderosa los sostiene y los acompaña a donde van.
– Gracias Madre por todo tu amor, te amo.
– Y yo a ti mi manantial del Cielo Azul.
La joven se despertó de aquel sueño sintiendo mucho amor, paz y alegría en su corazón.

jueves, 23 de mayo de 2024

A Cristo Sacerdote

Cantan tu gloria, Cristo Sacerdote, los cielos y la tierra:
a ti que por amor te hiciste hombre
y al Padre como víctima te ofrendas.
Tu sacrificio nos abrió las puertas, de par en par, del cielo;
ante el trono de Dios, es elocuente
tu holocausto en la cruz y tu silencio.
Todos los sacrificios de los hombres quedaron abolidos:
todos eran figuras que anunciaban
al Sacerdote eterno, Jesucristo.
No te basta el morir, que quieres darnos alimento de vida:
quedarte con nosotros y ofrecerte
sobre el altar: hacerte eucaristía.
Clavado en cruz nos miras, te miramos,
crece el amor, la entrega.
Al Padre, en el Espíritu, contigo,
eleva nuestro canto y nuestra ofrenda. Amén.

Sed buenos… ¡si podéis!

San Felipe Neri quería que sus niños crecieran en la alegría y cantando: todo lo contrario que la severidad y el uso del bastón que, en la época, se consideraban necesarios para educar a los jóvenes. 
“Hijos míos –decía– sed alegres: no quiero ni escrúpulos ni melancolías, me basta con que no pequéis”.
Su frase famosa (se convirtió en el título de una película en 1983 con Johnny Dorelli) era: “Sed buenos… ¡si podéis!”. 
Y en su dialecto romano, cuando sus chicos le hacían perder la paciencia, les decía la frase (matizada al final): “Te possi morì ammazzato... (algo así como “allá te mueras”) ppe la fede!" (¡por la fe!).

martes, 21 de mayo de 2024

Himno a Jesucristo

Tanto amaste al mundo, Padre Santo,
que, al cumplirse la plenitud de los tiempos,
nos enviaste como salvador a tu único Hijo.
El cual se encarnó por obra del Espíritu Santo,
nació de María la Virgen, y así compartió en todo
nuestra condición humana menos en el pecado;
anunció la salvación a los pobres, la liberación a los oprimidos
y a los afligidos el consuelo.
Para cumplir tus designios, él mismo se entregó a la muerte,
y, resucitando, destruyó la muerte y nos dio nueva vida.
Y porque no vivamos ya para nosotros mismos sino para él,
que por nosotros murió y resucitó,
envió, Padre, desde tu seno al Espíritu Santo
como primicia para los creyentes,
a fin de santificar todas las cosas,
llevando a plenitud su obra en el mundo.

Cómo se inventó el bolígrafo

Un buen día en Hungría, el periodista László József Bíró descansaba en el banco de un parque sin parar de dar vueltas a su cabeza. Odiaba su pluma para escribir ya que, por su trabajo, tenía que escribir mucho y no le gustaba que la tinta tardara tanto en secarse. Un día se fijó que la tinta de la imprenta secaba muy rápido y experimentó con ella en su pluma, pero se atascaba con mucha frecuencia.
Pero Bíró quería resolver su problema. Tenía la solución: un rodillo miniatura, como el de la imprenta, pero faltaba algo. Distraído en sus pensamientos, se fijó en unos niños que jugaban a la pelota cerca de donde estaba sentado.
Ahí surgió la solución: la pelota rodó hacia un charco. Al salir del charco, mojada por el agua, dejó una huella líquida en el suelo. Entonces Bíró se dio cuenta que tenía que diseñar su pluma con una punta redonda que se cargara de tinta al rodar.
Así, patentó su diseño en 1938. Poco después, fue visto en un hotel por Agustín Justo, el presidente de Argentina, y le llamó la atención el peculiar invento. El presidente lo invitó a su país para perfeccionar y comercializar a mayor escala su pluma, ofrecimiento que Bíró aceptó.
Biró perfeccionó su invento en Argentina y tras la Guerra obtuvo éxito mundial. Vendió la patente a BIC y su concepto de "punta de bola" se extendió a otros ámbitos, como el desodorante de roll-on.
Hoy, su invento no falta en casas y oficinas. Bolígrafo, boli, lapicero, fue creado por un periodista inventor mientras miraba a unos niños jugar a la pelota.

domingo, 19 de mayo de 2024

Himno de Pentecostés

El mundo brilla de alegría.
Se renueva la faz de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Esta es la hora en que rompe el Espíritu
el techo de la tierra,
y una lengua de fuego innumerable
purifica, renueva, enciende, alegra
las entrañas del mundo.
Esta es la fuerza que pone en pie a la Iglesia
en medio de las plazas
y levanta testigos en el pueblo,
para hablar con palabras como espadas
delante de los jueces.
Llama profunda, que escrutas e iluminas
el corazón del hombre:
restablece la fe con tu noticia,
y el amor ponga en vela la esperanza,
hasta que el Señor vuelva.

Perlas por comida

Una noche, dos mercaderes en joyas llegaron casi al mismo tiempo a un refugio de caravanas en el desierto. Cada uno de ellos era consciente de la presencia del otro y, mientras descargaban sus respectivos camellos, uno de ellos no pudo resistir la tentación de dejar caer al suelo, como por accidente, una enorme perla, la cual fue rodando hacia el otro, que con afectada cortesía la recogió y se la devolvió a su dueño diciendo
-- ¡Hermosa perla la suya, sí señor! Grande y brillante como pocas,,,
-- Muy amable de su parte, dijo el otro, pero es una de las gemas más pequeñas de mi colección.
Un beduino que estaba sentado junto al fuego y había observado la escena, se levantó e invitó a ambos a cenar con él. Y cuando empezaron a comer, les contó la siguiente historia:
-- También yo, queridos amigos, fui en otro tiempo joyero como vosotros. Un día me sorprendió en el desierto una gran tormenta que nos arrastró a mí y a mi caravana de aquí para allá, hasta que, perdido todo contacto con mi séquito, quedé totalmente aislado y sin saber dónde estaba. Pasaron los días, y me entró verdadero pánico cuando caí en la cuenta de que estaba danto vueltas en círculo, sin saber en saber en absoluto dónde me encontraba ni en qué dirección debía caminar. Entonces, prácticamente muerto de hambre, eché al suelo toda la carga que llevaba mi camello y me puse a rebuscar en ella por enésima vez. Imaginen la emoción que sentí cuando di con una bolsa que hasta entonces no había visto. Con dedos temblorosos, la abrí, esperando encontrar algo de comer. E imaginen también mi desilusión cuando descubrí que lo único que tenía eran perlas... y no comida
.