viernes, 23 de febrero de 2024

A Cristo Redentor

        Pepe Sánchez

Por el dolor creyente que brota del pecado;
por haberte querido de todo corazón;
por haberte, Dios mío, tantas veces negado,
tantas veces pedido, de rodillas, perdón.
Por haberte perdido; por haberte encontrado.
Porque es como un desierto nevado mi oración;
porque es como la hiedra sobre un árbol cortado
el recuerdo que brota cargado de ilusión.
Porque es como la hiedra, déjame que te abrace,
primero amargamente, lleno de flor después,
y que a mi viejo tronco poco a poco me enlace,
y que mi vieja sombra se derrame a tus pies.

¿La realidad de la vida?

Dios creó al burro y le dijo: "Serás burro, trabajarás incesantemente de sol a sol cargando sacos en el lomo, comerás hierba, no tendrás inteligencia y vivirás 50 años"
El burro contestó: "Señor, seré burro, pero vivir 50 años es demasiado para mí; dame solamente 20 años".
Y Dios se lo concedió.
Dios creó al perro y le dijo: "Cuidarás la casa del hombre, serás su mejor amigo, comerás los huesos que te den y vivirás 25 años"
El perro contestó: "Señor, seré perro, pero vivir 25 años es demasiado, dame 10 años nada más".
Dios se lo concedió.
Dios creó al mono y le dijo: "Serás mono, saltarás de rama en rama haciendo monadas, serás divertido y vivirás 20 años".
El mono contestó: "Señor vivir 20 años es demasiado, dame sólo 10 años".
Y Dios se lo concedió.
Finalmente, Dios creó al hombre y le dijo: ''Serás hombre, el único ser normal sobre la tierra; usarás tu inteligencia para dominar a todos los animales, dominarás el mundo y vivirás 20 años"
El hombre respondió: "Señor seré hombre; pero vivir 20 años es muy poco, dame los 30 que el burro no quiso, los 15 que el perro rehusó y los 10 que el mono rechazó."
Así hizo Dios y desde entonces el hombre vive 20 años como hombre, luego se casa y pasa 30 años como burro, trabajando y cargando con todo el peso sobre sus espaldas. Después, cuando los hijos se van, vive 15 años de perro, cuidando la casa, para luego llegar a viejo, jubilarse y vivir 10 años de mono, saltando de casa en casa o de hijo en hijo, haciendo monadas para divertir a los nietos.

martes, 20 de febrero de 2024

Entrar en Cuaresma

Entrar en Cuaresma es inaugurar
un tiempo fuerte de penitencia y conversión...
aprovecha la oportunidad.
Entrar en Cuaresma es una llamada a salir de nosotros,
de nuestras casas, de nuestros prejuicios,
de nuestros intereses, gustos y comodidades...
¡sal de ti y ve hacia el otro!
Entrar en Cuaresma es afrontar la realidad personal
y dejarse juzgar por la Palabra de Dios...
descúbrete, acéptate, conviértete.
Entrar en Cuaresma es dejar poner nuestro corazón
en la sintonía del corazón de Dios...
practica la compasión que hace hermanos.
Entrar en Cuaresma es vaciar nuestras manos,
saber renunciar a nuestras seguridades,
a aquello que nos esclaviza...
libérate para poder abrazar.
Entrar en Cuaresma
es saber caminar con otros creyentes que buscan a Dios
siguiendo a Jesús en Espíritu y en Verdad...
¡Buen camino!

Le leyenda de los tres hombres

Hay una antigua leyenda acerca de tres hombres, cada uno de los cuales, cargaba dos sacos, sujetos a sus cuellos, uno por delante y el otro a sus espaldas.
Cuando al primero de ellos le preguntaron que había en sus sacos, el dijo:
- Todo cuanto de bueno me han dado mis amigos se halla en el saco de atrás, ahí fuera de la vista, y al poco tiempo olvidado.
El saco de adelante contiene todas las cosas desagradables que me han acontecido y, en mi andar, me detengo con frecuencia, saco esas cosas y las examino desde todos los ángulos posibles. Me concentro en ellas y las estudio. Y dirijo todos mis sentimientos y pensamientos hacia ellas.
En consecuencia, como el primer hombre siempre se estaba deteniendo para reflexionar sobre las cosas desafortunadas que le habían sucedido en el pasado, lo que lograba avanzar era muy poco.
Cuando al segundo hombre le preguntaron qué era lo que llevaba en sus dos sacos, el respondió:
- En el saco de adelante están todas las buenas acciones que he hecho. Las llevo delante de mí y continuamente las saco y las exhibo para que todo mundo las vea. Mientras que el saco de atrás contiene todos mis errores. Los llevo consigo a dondequiera que voy. Es mucho lo que pesan y no me permiten avanzar con rapidez, pero por alguna razón, no puedo desprenderme de ellos.
Al preguntarle al tercer hombre sobre sus sacos, él contestó:
- El saco que llevo adelante, está lleno de maravillosos pensamientos acerca de la gente, los actos bondadosos que han realizado y todo cuanto de bueno he tenido en mi vida. Es un saco muy grande y está lleno, pero no pesa mucho. Su peso es como las velas de un barco "lejos de ser una carga" me ayudan a avanzar. Por su parte, el saco que llevo a mis espaldas está vacío, pues le he hecho un gran agujero en el fondo. En ese saco, puse todo lo malo que escuché de los demás así como todo lo malo que a veces pienso acerca de mí mismo. Esas cosas se fueron saliendo por el agujero y se perdieron para siempre, de modo que ya no hay peso que me haga más penoso el trayecto.

domingo, 18 de febrero de 2024

Me pongo en camino

Señor Jesús: me pongo en camino. Quiero buscarte.
Dame un corazón sencillo, unos pies ligeros,
unos ojos abiertos para que mi marcha sólo se dirija a ti.
Oriéntame cuando me pierda, acógeme cuando me canse,
llévame con los otros cuando me sienta solo.
Dame valentía, fortaleza y audacia para no decaer en mi búsqueda,
para permanecer siempre firme.
Haz que mis pies pisen la tierra pobre que pisaron los tuyos,
que mis hombros sólo carguen la libertad
y el desprendimiento que llevaron los tuyos,
que mis entrañas anhelen sólo tu palabra.
Y cuando al fin pueda encontrarme contigo cara a cara,
Cristo luminoso, Eterna Pascua,
concédeme descansar mi cabeza sobre tu hombro
y pronunciar tu nombre, Señor,
siempre hermano, hermano, siempre nuevo.

El diablo tentador

Iba un día el demonio recorriendo el desierto cuando se encontró con un grupo de diablillos que estaban tentando a un santo ermitaño.
Intentaban seducirlo con las tentaciones de la carne, pero no conseguían nada. Le quisieron llenar la cabeza de dudas y de miedos, pero no conseguían nada. Le rodearon de todo tipo de lujos y comodidades diciéndole que su austeridad era una pérdida de tiempo, pero no conseguían nada.
El demonio dijo a aquellos diablillos aficionados:
- Dejádmelo a mí y observad.
Se acercó al santo ermitaño y le dijo al oído: ¿sabes la última noticia? Tu hermano ha sido nombrado Obispo de...
Cuando lo oyó una gran envidia se reflejó en el rostro del santo ermitaño. Y pecó.
Este santo ermitaño, hombre, al fin y al cabo, tenía su punto débil. La envidia brilló en sus ojos y su corazón se entristeció. ¿Se creía más digno y mejor que su hermano?