Javi Montes, SJ
Porque nuestros proyectos se desmoronan y fracasan
y el éxito no nos llena como ansiamos.
Porque el amor más grande deja huecos de soledad,
porque nuestras miradas no rompen barreras,
porque queriendo amar nos herimos,
porque chocamos continuamente con nuestra fragilidad,
porque nuestras utopías son de cartón
y nuestros sueños se evaporan al despertar.
Porque nuestra salud descubre mentiras de omnipotencia
y la muerte es una pregunta que no sabemos responder.
Porque el dolor es un amargo compañero
y la tristeza una sombra en la oscuridad.
Porque esta sed no encuentra fuente
y nos engañamos con tragos de sal.
Al fin, en la raíz, en lo hondo, solo quedas Tú.
Solo tu Sueño me deja abrir los ojos,
solo tu Mirada acaricia mi ser,
solo tu Amor me deja sereno,
solo en Ti mi debilidad descansa
y solo ante Ti la muerte se rinde.
Solo Tú, mi roca y mi descanso.
sábado, 15 de marzo de 2025
Solo Tú
Patatas fritas
Crum era un talentoso cocinero de ascendencia afroamericana, conocido por sus exquisitos platos en la Moon’s Lake House, un lugar frecuentado por la alta sociedad. Pero ese día, un cliente estaba a punto de desafiar su paciencia.
El hombre pidió un plato de patatas fritas, pero cuando se las sirvieron, las rechazó. "Demasiado gruesas y blandas", se quejó. Crum, con su orgullo herido, decidió darle una lección.
Con una sonrisa irónica, tomó una patata, la cortó tan fina como el papel, la sumergió en aceite hirviendo hasta que quedó crujiente, y luego le echó abundante sal. “Veamos qué opina de esto”, pensó.
Para su sorpresa, el cliente quedó encantado. En lugar de quejarse, pidió más. En poco tiempo, todos los comensales querían probar las “patatas fritas Saratoga” de Crum, y el plato se convirtió en un éxito local.
Aunque su invención conquistó los paladares de Nueva York, George Crum nunca patentó su receta ni hizo una fortuna con ella. Sin embargo, su restaurante, Crum’s House, se convirtió en un lugar exclusivo, frecuentado por ricos y famosos. Y en un gesto revolucionario para la época, permitía la entrada a clientes de todas las razas, desafiando las normas de segregación.
Años después, las grandes empresas comenzaron a comercializar las patatas fritas, convirtiéndolas en un aperitivo global. Hoy, después de tantos años, el mundo sigue disfrutando del crujiente invento nacido de la frustración de un chef ingenioso.
Así que la próxima vez que disfrutes de una bolsa de patatas fritas, recuerda que ese crujido tiene una historia detrás… la de un chef que convirtió una queja en una leyenda culinaria.
martes, 11 de marzo de 2025
¡Padre nuestro!
Héctor Muñoz
¡Padre nuestro! Estoy tan acostumbrado a decirte “Padre”,
que casi lo hago sin darme cuenta.
Sin embargo... cuando lo pienso más en serio, tiemblo un poco.
Porque si eres mi Padre, yo soy tu hijo...
Y el hijo tiene la carne y la sangre del padre.
Hoy te pido, Padre mío y Padre de tantos hermanos míos,
que jamás deje de llamarte así,
que jamás deje de ser el que engendraste
para que te ame y para ser amado por Ti.
¡Padre nuestro! ¡Padre de Cristo!
Que nunca deje de recordar la misericordia que nos mostraste en Jesús.
No permitas que abandone nunca tu casa.
Si estoy lejos de ella por tantas locuras,
por tantas maldades, por tantas tonterías,
dame fuerzas para volver ahora mismo:
¡Tú me amas y eres más grande que todos mis pecados juntos!
Y si me das la gracia de vivir siempre en tu casa, disfrutando de todo lo tuyo,
dame generosidad para compartir todo lo mío;
dame humildad para comprender a mis hermanos
y recibirlos en nuestra casa siempre, como Tú los recibes. ¡Así sea!
La historia de Mateo
Canal Asombroso
Mateo era un joven de 16 años que siempre había sido un poco rebelde. Le gustaba hacer las cosas a su manera y a menudo se peleaba con sus padres. Un día, después de una discusión especialmente intensa, Mateo le gritó a su madre y le dijo cosas que nunca debería haber dicho.
Esa noche, Mateo se fue a su habitación sintiéndose culpable y arrepentido. Cuando se despertó al día siguiente, se dio cuenta de que algo estaba mal. Su madre no estaba en la casa y su padre estaba sentado en la sala, con una expresión triste en su rostro.
— Mateo, tu madre se ha marchado, dijo su padre, ella no puede seguir viviendo en una casa donde no se la respeta. Tienes que aprender a controlar tu temperamento y a tratar a tus padres con respeto.
Mateo se sintió hundido. Nunca había querido que su madre se fuera y se dio cuenta de que había sido un idiota al gritarle. Pasó los siguientes días sintiéndose solo y arrepentido. Finalmente se dio cuenta de que tenía que hacer algo para arreglar las cosas.
Mateo se disculpó con su madre y le pidió que regresara a casa. Ella aceptó, pero solo si Mateo prometía que iba a cambiar su comportamiento y a tratarla con respeto.
Mateo aprendió una lección valiosa ese día. Aprendió que gritarle a sus padres no era solo una falta de respeto, sino que también podía tener consecuencias graves. A partir de ese día, Mateo se esforzó por ser más paciente y respetuoso con sus padres, y su relación con ellos mejoró significativamente.
Moraleja: Nunca grites a tus padres. Ellos te han dado la vida y te han cuidado desde que eras un bebé. Ellos merecen tu respeto y tu gratitud. Si tienes un problema con tus padres, háblales con respeto y trata de encontrar una solución juntos. Recuerda que tus padres te quieren y solo quieren lo mejor para ti.
domingo, 9 de marzo de 2025
Tentaciones
Yo te pido: convierte en pan las piedras
para acabar con el hambre de tantos.
Y tú me contestas:
Te he dado el mundo para sembrar mi justicia.
Yo te tiento: Quiero que pruebes tu presencia,
para vencer a los escépticos.
Y tú me respondes: Que hable de mí tu amor.
Yo te planteo: Quiero atesorar riquezas
para construir tu Reino.
Y tú me dices: Estoy en tus manos desnudas.
Semillas de justicia, amor en las obras y manos vacías.
No me dejes caer en la tentación de los atajos.
Tú decides qué es lo importante
Entrenador: Sí, sí puedes
Atleta: ¿Puedo fumar?
Entrenador: Sí, sí puedes
Atleta: ¿Puedo divertirme con mis amigos toda la noche?
Entrenador: ¡¡Por supuesto que puedes!!
Atleta: ¿Puedo tomar drogas?
Entrenador: Claro que puedes
Atleta: Entonces, ¿qué no puedo hacer?
Entrenador: Lo que no puedes hacer es esperar tener la condición física y las habilidades para una competición sin sacrificar todo lo que mencionaste antes.
Todo es permisible, pero no todo es conveniente. Tú decides qué sacrificar por tu próxima competencia, por tu vida. Tú decides qué es más importante, tus deseos o tus sueños.