viernes, 11 de septiembre de 2020

Si sufres...

Si sufres, no luches con Dios, pídele fuerzas. 

Si lloras de dolor, no abandones Su camino, síguelo con fe y confianza. 
Si te ves envuelto en un diluvio que azota tus sentidos, espera. 
Él a Su tiempo te rescatará y cubrirá de pétalos tu alma cansada. 
Si la duda y la desesperanza se apoderan de tu corazón, 
levanta tu mirada hacia el Señor, pues sólo Su amor puede aliviar tus penas. 
Si sientes que el temor está a punto de vencerte, 
agárrate a Dios, Él te protegerá y te hará descansar. 
Si sientes hambre, no temas, Dios es el Pan de Vida. 
Si te encuentras rodeado por las tinieblas, acércate a Jesús, Él es la luz del mundo. 
Si estás perdido, no te angusties, Dios, que es el Buen Pastor te guiará. 
Si no encuentras la salida en el solitario laberinto de tus tristezas, 
fija tus ojos en Dios, Él te acompañará. 
Si te sientes solo y no tienes en quien confiar, 
debes saber que Él ahora mismo está a tu lado esperando que le permitas ser tu amigo”.

El valor del trabajo

Un cliente me preguntó cuánto costaba realizar un trabajo de poda de árboles. Le dije que 3.000 €
- ¿Por ese trabajo? ¡Es mucho!, me dijo el cliente
- ¿Cuánto pensabas que te costaría?, le dije
- Como mucho 500 €, es un trabajo rápido y fácil.
- Por 500 € te invito a que lo hagas tú mismo
- Es que yo no sé, me dijo.
- Por 500 € te enseño, así además de ahorrarte 3.000€ aprenderás para la próxima vez que lo necesites
Le pareció bien y aceptó. Yo le indique lo que necesitaría para comenzar:
- Necesitas algunas cosas como: Motosierra, sierra de mano, tijera pequeña, tijera de podar, tres cuerdas flexibles, cordino, arnés para trepar, mosquetones, poleas, freno, etc etc...
- Pero yo no tengo esos elementos y no voy a comprar todo eso por un solo trabajo.
- Bueno por 500 € más te alquilo mis cosas, para que puedas hacerlo.
- Está bien -me dice ya no tan convencido.
- Listo. El viernes te espero para comenzar a hacerlo.
- Yo el viernes no puedo. Hoy sí tengo tiempo.
- Pero hoy ya no da tiempo a enseñarte y prestarte mis cosas. Además te hará falta comprar gasolina, una cuña, palancas, aceite de cadena, dos cadenas de repuesto, un chaleco de visibilidad, guantes, pantalón anticorte, casco, gafas de protección, botas de seguridad...
- Huy, no. Tener que hacer fila para comprar esas cosas me parece exagerado por el tiempo y el dinero que gastaré. ¿Podrías venderme tus materiales?
- Está bien. Solo porque quiero que veas las cosas como son, voy a venderte mis herramientas. Pero debes ser muy puntual porque tengo más trabajos que hacer. Te espero mañana a las 5 de la mañana para empezar con el trabajo.
- ¿Sabes? Es muy temprano. Mejor te doy los 3.000€ Ya he echado cuentas y va a salirme más caro.
- No se cobra solo por hacer un trabajo. Se cobra por: Conocimiento. Experiencia. Estudio. Herramientas. Servicios. Tiempo. Puntualidad. Responsabilidad. Garantía. Patentes. Pago a Hacienda, Caja, IVA, Seguridad social para los empleados, Cursos de seguridad, Seguro de Responsabilidad Civil, Gestoría, Mutua, Festivos, Vacaciones, oficinas, transportes y demás que todo negocio legalmente establecido necesita.

Nadie puede minusvalorar el trabajo de nadie poniendo el precio que le parece, ni menospreciar su labor. “Es un ejemplo de lo que se vive”.

domingo, 6 de septiembre de 2020

Tú eres perdón, Señor

                       Mari Patxi Ayerra

Tú nos perdonas siempre, contigo todo es fácil.
A nosotros, en cambio, nos cuesta perdonar.
Decimos que olvidamos, pero nuestra cabeza guarda,
y se nos escapa el reproche en cualquier ocasión.

Ayúdanos, Señor, a perdonar a tu manera,
sin guardar recuento de ningún mal.

Regálanos tu amnesia, Señor, esa que Tú tienes
y que olvida al momento cualquier cosa que te hagan.

Danos un corazón blando como el tuyo,
que perdona al instante y no guarda rencor.

Danos palabras sabias para corregir a los otros,
disculpa oportuna y caricia tierna,
la discreción y la tolerancia que necesitamos
para vivir unidos y llevarnos mejor.
Eso es vivir tu Amor.

Aprender a corregir al otro

 La tribu

La tribu Babemba de Sudáfrica celebra el siguiente ritual para corregir la conducta criminal o antisocial de sus miembros.

Si un miembro de la comunidad actúa irresponsablemente se le coloca en la plaza del pueblo. El trabajo cesa, y todos los hombres, mujeres y niños forman un gran círculo alrededor del acusado. Y uno a uno, incluidos los niños van diciendo las virtudes y todas las cosas buenas que el acusado ha realizado.

No se puede ni mentir ni exagerar ni inventarse nada. No se puede decir ninguna cosa negativa del acusado.

La ceremonia dura un par de días hasta que todos han tenido la oportunidad de contar sus bondades.

Al final el círculo se rompe, la fiesta comienza y la persona es acogida de nuevo en la comunidad. El acusado se siente fortalecido y animado a vivir de acuerdo con las normas e ideales de la comunidad.

 

La sirvienta

Una señora tenía una sirvienta muy trabajadora, pero comprobó que cada vez que su sirvienta visitaba a su madre echaba en falta algo.

La espió y encontró un cesto con azúcar, café, telas y otras baratijas escondido debajo de la cama. Cesto que llevaba a su madre.

La señora no se sublevó ni reaccionó con violencia o insultos. Sintió compasión y con cordialidad le dijo: “Estoy segura de que su madre vive en escasez y aquí tenemos de todo. En este cesto hay azúcar, café y unas telas, déselas a su madre y dígale que le envío mis mejores saludos y deseos.

La sirvienta se puso colorada y balbuceó un tímido gracias.

Nunca más la señora echó nada en falta.

La corrección surtió su efecto y las dos convivieron en paz y sin sospechas durante largos años.