jueves, 9 de julio de 2020

Creo en ti, Señor

Yo creo en Ti, Señor, y te doy gracias de corazón,
pero aumenta mi fe, porque a veces me envuelven las dudas.
Señor, haz que mi fe sea plena,
que sepa abrirte mis pensamientos y sentimientos y acciones,
mi pasado, mi presente y mi futuro, sin reservas.
Señor, haz que mi fe sea coherente,
que acepte las renuncias y los deberes que comporta
y sepa hacerla vida en cada momento de mi vida.
Señor, haz que mi fe sea fuerte,
que madure ante la contradicción de los problemas,
que encuentre cimiento más firme ante quienes la rechazan.
Señor, haz que mi fe sea alegre,
al saber y sentir que tu amor me envuelve,
al descubrir en cada persona la huella de tu gloria.
Señor, haz que mi fe sea activa
que sepa verte en los pobres y en cuantos me necesitan
y sepa avanzar por el camino de servicio y la entrega.
Señor, haz que mi fe sea humilde.
Porque estoy envuelto en debilidades,
que apoye mi fe en la fe de los hermanos, en la fe de la Iglesia.
Señor, haz que mi fe sea contagiosa,
a través de mis palabras, mi sonrisa y mi vida entera.
Que sepa transmitir, Señor, que Tú eres lo mejor que me ha pasado. Amén.

Padres-hijos


Mis padres pertenecen a un Movimiento Familiar Cristiano. Un día les repartieron en la reunión este texto tan bonito:
“Enséñales a tus hijos a creer en los ideales y que aquellas cosas que no se ven también son realidad. Diles que el amor no se ve, pero se puede sentir; que la música tiene una explicación, pero que las melodías salen del corazón.
Enséñales a tener esperanza, pues todos los días sale el sol, aunque en las jornadas nubosas no se pueda ver. Y no le digas solamente que sale porque existe una ley de gravedad o que el sistema solarse mantiene por una perfecta estabilidad de las fuerzas centrífugas y centrípetas.
Enséñales, también, que el sol sale porque Dios nos regala la luz por esa estrella resplandeciente.
Enséñales el respeto y el amor a las personas, los animales, las plantas y las cosas todas.
Enséñales a rezar y a trabajar cada día en un pequeño proyecto.
Enséñales a sonreír y acarícialos siempre, sean como sean tus hijos”.

miércoles, 8 de julio de 2020

¡Felices...!

                   José Mª Rodriguez Olaizola

Felices los infelices que no pierden la esperanza,
los incompletos que siguen creciendo,
los heridos que se dejan lavar las llagas,
los vulnerables que no se avergüenzan de serlo.
Felices los fracasados que del golpe hacen escuela,
los olvidados que recuerdan sin odio,
los diferentes que se saben únicos,
los enfadados que se ríen de sí mismos.
Felices los preocupados que bailan sobre charcos,
los tímidos que alzan la voz,
los profetas que rompen candados,
los creyentes que preguntan.
Felices, en este mundo turbulento,
los buscadores de Dios...

"Ser", antes que "tener"


*El Obispo Pere Casaldáliga sólo lleva en las manos un reloj viejo y gastado y un anillo que le regalaron los indígenas tapirapé, una pieza rudimentaria hecha de tucum, un hueso de palmera que utilizan como materia prima para muchos de sus objetos de artesanía. No deja de resultarme chocante, por eso cuando le pregunté la razón, me dijo:
- Lo que me hace “importante” no es lo que tengo, sino lo que soy, lo que amo, las razones de mi vida… Lo que me hace “importante” es lo que doy, no lo que tengo; cuanto más doy, tanto más tengo porque soy más. Pero si tengo mucho y doy poco, tengo menos porque soy menos.
Después de escucharle con atención, intenté hacerle comprender la dificultad de seguir su estilo de vida en nuestras ciudades tan desarrolladas. Y él me contestó:
- No pretendo que todo el mundo viva y piense como yo. Lo malo es cuando uno piensa: “yo no soy yo, sino mis cosas”. Desgraciadamente, para algunos primero está lo que tienen, sus cosas, y después ellos.

martes, 7 de julio de 2020

A San Fermín

Glorioso mártir San Fermín,
por el inmenso amor que le tienes a Jesús y María,
danos la gracia de saber, conocer, amar y servir a Dios
como tú lo hiciste
Por la excepcional integridad de corazón y alma con la que viviste,
enséñanos a huir de todo pecado.
Por la confianza que siempre tuviste en Dios,
enséñanos a aceptar siempre su voluntad.
Por dichosa muerte, alcánzanos la gracia
de vivir y morir cristianamente
amando la cruz hasta el final.
Oh Dios, que nos has brindado en el glorioso mártir San Fermín,
un insigne defensor de la fe católica,
concédenos la gracia de predicar el Evangelio como él lo hizo,
llevando una vida intachable, humilde
 de acuerdo con el mensaje de la fe y el amor que anunciamos.
Te lo pedimos en el nombre de Jesucristo, nuestro Señor y Salvador.

Milagros que hace el amor


Durante años fui un neurótico. Era un ser angustiado, deprimido y egoísta. Y todo el mundo insistía en decirme que cambiara. Y yo no dejaba de recordarme lo neurótico que yo era. Y me ofendía, aunque estaba de acuerdo con ellos, y deseaba cambiar, pero no acababa de conseguirlo por mucho que lo intentara.
Lo peor era que mi mejor amigo tampoco dejaba de recordarme lo neurótico que estaba. Y también insistía en la necesidad de que yo cambiara. Y también con él estaba de acuerdo, y no podía sentirme ofendido con él.
De manera que me sentía impotente y como atrapado. Pero un día me dijo:
- ¨No cambies. Sigue siendo tal cual eres. En realidad no importa que cambies o dejes de cambiar. Yo te quiero tal como eres y no puedo dejar de quererte¨. Aquellas palabras sonaron en mis oídos como música: ¨No cambies. No cambies… Te quiero…¨
Entonces me tranquilicé. Y me sentí vivo. Y, ¡Oh maravilla!, cambié.



domingo, 5 de julio de 2020

Descansar en Ti

                      Florentino Ulibarri

Descansar en Ti, a la sombra, junto al arroyo,
sintiendo la brisa y con la cabeza en tu hombro.
Descansar en Ti, sin temores, sin nostalgias,
sin sucedáneos, sin ansias, enamorado.
Descansar en Ti, gozando el momento,
libre de hatillos y cargas, sin prisas para nada
y soñando esperanzas.
Descansar en Ti, serenamente, ahora y a cualquier hora,
hasta habituarme al gozo y a la gracia que me donas.
¡Descansar en Ti después del éxito o del fracaso
y compartir gratuitamente tus más íntimas emociones!
Descansar en Ti, y darte gracias, con palabras o sin ellas,
por tu presencia solidaria en la gente sencilla y llana.
¡Descansar en Ti!

La sabiduría de los sencillos


Cuenta el teólogo Leonardo Boff: Mi madre era una mujer analfabeta que jamás quiso aprender a leer. En cierta ocasión, le llevé un cuaderno y un lapicero bendecidos por el Papa Pablo VI, para ver si se animaba a aprender. Pero ella me dio largas diciendo: 
- ¿Para qué quiero yo aprender a leer y a escribir, si tengo once hijos que han ido a la universidad y muchos son doctores? ¿Para qué? Ellos ya saben por mí. Yo no necesito estudiar ni saber.
Pero era una mujer de una gran sabiduría existencial y profundamente piadosa. Yo solía grabar las cosas que escribía, para que pudiera escucharlas. Y ella, después de escucharlas, me decía:
- ¿Dónde has aprendido todo eso? ¡Yo nunca te enseñé tantas cosas!
Al escuchar una de las grabaciones, en la que yo hablaba de la experiencia de Dios, ella me miró fijamente y me preguntó:
- ¿Tú ya has visto a Dios?
Yo le respondí de inmediato:
- Madre, la gente no ve a Dios. Dios es espíritu, es invisible...
Ella suspiró, puso una de sus manos sobre su pecho, me miró con una tristeza infinita y me dijo:
- Tú eres sacerdote hace tantos años ¿y nunca has visto a Dios?
Yo insistí: -¡Madre, la gente no ve a Dios!
Y ella repuso: - Tú no ves a Dios, pero yo lo veo todos los días. Cuando el sol se pone tras el horizonte, Dios pasa cubierto con un bello y fantástico manto. Tiene un aspecto imponente, y tu padre que en paz descanse, viene detrás, me mira, me sonríe y sigue su camino detrás de Dios. Yo lo veo todos los días.
Yo me quedé atónito, preguntándome: «¿Quién es aquí el teólogo: la analfabeta o el doctor en teología?».