sábado, 11 de junio de 2022

Espíritu Santo, sopla en mi vida

¡Ven Espíritu Santo!
Que sople en mi vida, en la vida de los que quiero
en mis amigos, en mi familia, en mi comunidad,
en mis dolores y fragilidades, en mis búsquedas y sueños,
en mis dudas y tristezas, en mi soledad, en mis silencios.
Que sople para darnos paz,
para fortalecernos en la confianza,
para darnos luz donde no hay claridad,
para darnos aires nuevos donde necesitamos cambiar,
para que nos ponga en movimiento,
para que nos regale un corazón inquieto,
para darnos calor de acogida en esos momentos de soledad,
para renovarnos en la fe,
para recordarnos que somos amados,
para mostrarnos qué cerca está Dios de nosotros,
para volvernos a entusiasmar con la alegría del evangelio,
para unirnos, para hacernos sus testigos,
para que nuestras palabras y gestos hablen de él,
para hacer de nuestra vida una buena noticia para otros.
Que sople porque lo necesitamos, porque solos no podemos,
porque nos lo prometió y lo esperamos

Un padre, su hijo y… el burro

Un padre acompañado de su hijo de corta edad y su burro, tenían que cruzar cada semana la plaza principal de un pueblo para dirigirse a realizar unos trabajos en una aldea un tanto distante.
Un buen día, el niño iba montado en el burro y el padre caminando cerca del mismo pasaban por la plaza del pueblo, concurrida de vecinos, -como era habitual-, que miraban con curiosidad la escena que se presentaba ante sus ojos. Una vez rebasada la plaza principal, los vecinos comenzaron a criticar:
- Será posible? ¡el niño, fuerte y robusto montado en el burro, y el pobre padre ya mayor y achacoso caminando! ¡Qué poca vergüenza!
Este hombre llegó a oír dichas críticas. La siguiente semana, era él mismo el que iba sobre el burro y el niño caminando, azuzando al animal. Los vecinos del pueblo al ver esto, arremetieron con sus críticas hacia el padre:
- ¡Qué poca vergüenza! ¡el pobre crío caminando y él tan contento sobre el burro! ¡qué padre más despiadado!
Con el fin de no recibir tantas críticas, a la semana siguiente, pasan delante de los vecinos del pueblo, tanto el padre como el hijo montados en el burro; al ver esto, aquellos que estaban sentados en la plaza volvieron a criticar:
- Cómo es posible que tengan tan poca consideración por el animal. ¡los dos, sentados tranquilamente y el pobre animal, derrengado, llevándolos sobre su lomo!
Pasó un tiempo y, al tener una vez más que pasar por el pueblo, para evitar de una vez por todas todo tipo de crítica, el padre y el hijo van caminando, llevando al burro atado con una cuerda. Al ver esto, los vecinos del pueblo, no pueden dejar de exclamar:
- ¡Serán estúpidos!, para qué quieren el burro, los dos caminando y el burro moviéndose a sus anchas; qué poco cerebro tienen!

MORALEJA: Es imposible satisfacer a todos en todo momento. Lo importante es saber tomar decisiones sabias sin estar pendientes del que dirán.
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jueves, 9 de junio de 2022

A Cristo Sumo y Eterno Sacerdote

Señor, Padre Santo, que constituiste a tu único Hijo
Pontífice de la Alianza nueva y eterna por la unción del Espíritu Santo,
y determinaste, en tu designio salvífico,
perpetuar en la Iglesia su único sacerdocio.
Él nos solo confiere el honor del sacerdocio real a todo su pueblo santo,
sino también, con amor de hermano, elige a hombres de este pueblo,
para que, por la imposición de las manos, participen en su sagrada misión.
Ellos renuevan en nombre de Cristo el sacrificio de la redención,
preparan a tus hijos el banquete pascual, 
presiden a tu pueblo santo en el amor,
lo alimentan con tu palabra y lo fortalecen con los sacramentos.
Tus sacerdotes, Señor, al entregar su vida por ti y por la salvación de los hermanos,
van configurándose a Cristo,
y han de darte así testimonio constante de fidelidad y amor.

Sacerdote ‘a la carta’ (Fiesta de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote)

Si es gordo, lo critican; si es flanco, también.
Si es viejo, lo quieren joven; si es joven, lo quieren de más experiencia.
Si es feo, no les agrada; si es guapo, es una lástima y un desperdicio.
Si es negro, lo quieren blanco.
Si es muy simpático, lo critican; si es antipático, también.
Si fuma, es un vicioso; si no fuma, no es hombre y no está “en onda”.
Si canta mal, sobra tema para los comentarios;
si canta muy bien, es vanidoso, sólo sabe cantar.
Si es dócil, lo quieren de más carácter; si es tranquilo, lo quieren más agresivo;
si es muy generoso, lo quieren comedido.
Si es muy activo, lo quieren más calmado;
si sale a la calle, lo critican porque nunca está en la Iglesia;
si no sale, lo critican porque es un solitario.
Si va con los pobres, se quejan los ricos;
si va con los ricos, se quejan y lo desprecian los pobres.
Si trata más a los hombres, se quejan las mujeres;
si trata más a las mujeres, es objeto de críticas por parte de los hombres.
Si da preferencia a los niños, hablan mal los mayores.
Si toca algún instrumento musical, es un disipado y liberal.
Si habla de justicia social, es un cura comunista.
Si habla del Evangelio, es un “beato santurrón”.
Si practica el fútbol y va a fiestas, pierde el tiempo;
si nunca practica un deporte ni va a fiestas, es un antisocial…

domingo, 5 de junio de 2022

Invocación al Espíritu Santo

1. Envía Señor tu Espíritu para quitar todo aquello que no nos ayuda a ser felices...
¡Ven Espíritu Santo!
2. Envía Señor tu Espíritu para derribar nuestras barreras del miedo y del egoísmo...
¡Ven Espíritu Santo!
3. Envía Señor tu Espíritu para superar los problemas con los amigos...
¡Ven Espíritu Santo!
4. Envía Señor tu Espíritu para curar nuestros momentos de tristeza...
¡Ven Espíritu Santo!
5. Envía Señor tu Espíritu para que sepamos acercarnos a toda persona...
¡Ven Espíritu Santo!
6. Envía Señor tu Espíritu para que juntos trabajemos por la paz...
¡Ven Espíritu Santo!
7. Envía Señor tu Espíritu para que todos vivamos como hermanos...
¡Ven Espíritu Santo!
8. Envía Señor tu Espíritu para que aprendamos a perdonarnos...
¡Ven Espíritu Santo!
9. Envía Señor tu Espíritu para que siempre busquemos hacer el bien...
¡Ven Espíritu Santo!
10. Envía Señor tu Espíritu para que podamos ser discípulos y testigos de Jesús...
¡Ven Espíritu Santo!

Los dibujos que soñaban con ser "animados"

Había una vez unos dibujos que vivían inmóviles en las páginas de un cuaderno viejo. Uno era un tigre, con sus franjas de colores, otro era una pequeña hormiga colorada, de esas que pican fuerte, y por último se encontraba Rita, una nena de unos diez años.
Los tres estaban fijos, en medio de un jardín zoológico, también dibujado, pero quieto.
Rita, con sus ojos grandes, miraba al tigre, mientras la hormiguita estaba sobre uno de los pies de Rita.
Durante años y años esta imagen permaneció congelada, siempre igual, y los dibujos estaban ya cansados y aburridos.
A veces, el tigre soñaba con que se movía, retornaba a la selva y corría junto a otros animales en libertad.
Rita, por otra parte, sentía interés por mirar otras cosas, pero sus ojos estaban inmóviles mirando al tigre; y la hormiguita estaba cansada de estar a punto de picar a Rita durante tantos años y no poder hacerlo.
Un día, llegó al lugar un hombre que se dedicaba a realizar películas infantiles y se puso a hojear el viejo cuaderno. Al encontrarse con los dibujos, se sorprendió de lo bien hechos que estaban, de lo simpáticos que eran y de las posibilidades de vida que parecían tener a pesar de su quietud.
Entonces decidió darles animación y convirtió a los personajes de nuestra historia en "dibujos animados". Y fue como si les hubiera dado un corazón.
Ahora podían hacer más cosas, podían vivir otras historias y alegrar con ellas a muchos niños de distintos puntos del planeta. Así es como nuestros amigos se sintieron llenos de vida y pudieron hacer realidad sus sueños".