viernes, 21 de octubre de 2022

Paisaje interior

          José Mª Rodríguez Olaizola SJ

A veces amanezco nublado y sé que lloverá durante el día.
Atruena, lejos, el cielo interior prometiendo tormenta.
No hay dónde guarecerse de uno mismo.
Y quizás no haga falta.
Es mejor dejar que la crecida de los ríos de dentro
inunde, al desbordarse, rincones donde el tiempo se detuvo.
La escuela donde ya nada se aprende,
una plaza que habitan los recuerdos,
mi capilla de velas apagadas,
avenidas cortadas por el miedo,
la estación a donde no llega nadie.
Bien sé que habrá un mañana diferente.
Despertaré, y el cielo estará limpio.
El calor habrá vuelto a visitarme.
El sol, que siempre estuvo,
mostrará la belleza que a ratos se me escapa.
Rezaré, silencioso, agradeciendo la luz.
Aunque ahora llueva.

La lengua

Esopo, considerado el padre de la fábula, era un esclavo que vivió en el siglo V a. C.
Su amo, Xantus, le ordenó ir al mercado y le trajese el mejor alimento que encontrara para agasajar a sus invitados. Esopo compró solo lengua y la hizo aderezar de diferentes modos. Los convidados se hartaron de comer lo que saborearon como un manjar.
Cuando quedó solo, Xantus le preguntó qué era eso tan delicioso.
— Me pediste lo mejor -dijo Esopo- y traje lengua. La lengua es el fundamento de la filosofía y de la ciencia, el órgano de la verdad y la razón. Con la lengua se instruye, se construyen ciudades y civilizaciones, se persuade y se dialoga. Con la lengua se canta, se reza y se declara el amor y la paz. ¿Qué otra cosa puede haber mejor que la lengua?
Pocos días después, Xantus le dijo que llegarían unos visitantes desagradables a los que debería atender por protocolo, pero quería manifestarles su disgusto sirviéndoles una mala comida.
— Trae del mercado lo peor que encuentres -le pidió.
Esopo trajo lengua y la hizo preparar con un sabor tan desagradable que repugnó a los comensales.
— ¿Qué porquería es esa que serviste? -le preguntó Xantus.
— Lengua -contestó Esopo-. La lengua es la madre de todos los pleitos y discusiones, el origen de las separaciones y las guerras. Con la lengua se miente, se calumnia, se insulta, se rompen las amistades. Es el órgano de la blasfemia y la impiedad. No hay nada peor que la lengua.
La lengua es un arma de doble filo.

"El hombre, tan indefenso por naturaleza, no tiene colmillos, no tiene garras, no escupe fuego, pero tiene el don del lenguaje, y una lengua puede ser tan suave como la miel y tan afilada como un puñal".

jueves, 20 de octubre de 2022

No por casualidad, sí por causalidad

Si alguien te busca con frío... es porque tienes abrigo.
Si alguien te busca con alegría... es porque tienes una sonrisa.
Si alguien te busca con lágrimas... es porque das consuelo.
Si alguien te busca con versos.... es porque tienes música.
Si alguien te busca con dolor.... es porque tienes el remedio.
Si alguien te busca con palabras… es porque sabes escuchar.
Si alguien te busca con besos.... es porque tienes miel.
Si alguien te busca con dudas… es porque sabes el camino.
Si alguien te busca con orquesta... es porque tienes la fiesta.
Si alguien te busca con fantasías… es porque tienes la realidad.
Si alguien te busca con desespero… es porque tienes serenidad.
Si alguien te busca con entusiasmo… es porque tienes fe.
Si alguien te busca con secretos... es porque inspiras confianza.
Si alguien te busca con sed… es porque tienes agua.
Si alguien te busca con miedo... es porque tienes amor.
No existen encuentros accidentales entre dos almas.
Tu tienes magia y tu mundo inspira.

Nada llega por casualidad, pero sí por causalidad.

¿Cómo es un elefante?

Un grupo de personas invidentes escuchó que un extraño animal había llegado a su pueblo, un elefante. Ninguno conocía como era, así que decidieron conocerlo con su tacto.
El primero tocó la trompa, y dijo: "Es una serpiente". Otro agarró su oreja, y dijo "es una especie de abanico". El tercero tanteo su pata, y dijo "es un tronco de un árbol". Uno puso su mano en su colmillo y gritó: "es una lanza". El quinto sintió su cola, y lo describió como "una cuerda". Y el sexto palpó su panza y afirmó que era "una pared".

Conclusión: Aunque cada uno dijo lo que le pareció, ninguno estaba en lo cierto, porque la verdad a medias jamás será una verdad. Por eso cuando le cuenten un chisme de alguien pregúntate cuántas partes le faltan a esa historia. No la creas y menos la extiendas a otros hasta haber visto completo al bendito elefante.
Somos expertos sacando conclusiones, sin conocer todas las partes de la historia

domingo, 16 de octubre de 2022

Es domingo (Himno de Laudes)

Es domingo; una luz nueva resucita la mañana
con su mirada inocente, llena de gozo y de gracia.
Es domingo; la alegría del mensaje de la Pascua
es la noticia que llega siempre y que nunca se gasta.
Es domingo; la pureza no solo la tierra baña
que ha penetrado en la vida por las ventanas del alma.
Es domingo; la presencia de Cristo llena la casa:
la Iglesia, misterio y fiesta, por El y en El convocada.
Es domingo; "este es el día que hizo el Señor", es la Pascua,
día de la creación nueva y siempre renovada.
Es domingo; de su hoguera brilla toda la semana
y vence oscuras tinieblas en jornadas de esperanza.
Es domingo; un canto nuevo toda la tierra le canta
al Padre, al Hijo, al Espíritu, único Dios que nos salva. Amén

Un lugar en el bosque

             Jorge Bucay (cuento jasídico)

Baal Shem Tov era muy conocido dentro de su comunidad judía porque todos decían que era un hombre tan piadoso, tan bondadoso y tan puro que Dios escuchaba sus palabras cuando él hablaba.
Se había hecho una tradición en este pueblo: Todos los que tenían un deseo insatisfecho necesitaban algo que no habían podido conseguir iban a ver al rabino.
Baal Shem Tov se reunía con ellos una vez por año, en un día especial que él elegía. Y los llevaba a todos juntos a un lugar único, que él conocía en medio del bosque.
Y una vez allí, cuenta la leyenda, que Baal Shem Tov colocaba con ramas y hojas un fuego de una manera muy particular y muy hermosa, y entonaba después una oración en voz muy baja… como si fuera para él mismo.
Y dicen… Que a Dios le gustaba tanto esas palabras que Baal Shem Tov decía, le fascinaba tanto el fuego colocado de esa manera, le encantaba la reunión de gente en ese lugar del bosque… que no podía resistirse a las peticiones de Baal Shem Tov y concedía los deseos de todas las personas que ahí estaban.
Cuando el rabino murió, la gente se dio cuenta que nadie sabía las palabras que Baal Shem Tov decía cuando iban todos juntos a pedir algo… Pero conocían el lugar en el bosque. Sabían como preparar el fuego.
Una vez por año, siguiendo la tradición que Baal Shem Tov había instituido, todos los que tenían necesidades y deseos insatisfechos se reunían en ese mismo lugar del bosque, encendían el fuego de la manera que habían aprendido del viejo rabino, y como no conocían las palabras cantaban cualquier canción o recitaban un salmo, o solo se miraban y hablaban de cualquier cosa en ese mismo lugar alrededor del fuego.
Y dicen… Que a Dios le gustaba tanto el fuego encendido, le gustaba tanto ese lugar en el bosque y esa gente reunida… que aunque nadie decía las palabras adecuadas, concedía los deseos a todos los que allí estaban.
El tiempo ha pasado y de generación en generación la sabiduría se ha ido perdiendo…
Y aquí estamos nosotros. Nosotros no sabemos cuál es el lugar en el bosque. No sabemos cuáles son las palabras… Ni siquiera sabemos cómo encender el fuego de la manera en que Baal Shem Tov lo hacía…
Sin embargo hay algo que sí sabemos: sabemos esta historia, sabemos este cuento…
Y dicen… Que a Dios le encanta tanto este cuento… le gusta tanto esta historia… Que basta que alguien la cuente… Y que alguien la escuche… Para que él, complacido, satisfaga cualquier necesidad. Y conceda cualquier deseo a todos los que están compartiendo este momento…