sábado, 6 de julio de 2024

Te doy gracias, Señor

         Adaptación de una plegaria de J.M. Olaizola

Te doy gracias, Jesús, por tu misericordia.
Porque nos amas, tú el pobre.
Porque nos sanas, tú herido de amor.
Porque nos iluminas, aun oculto,
cuando tu ternura enciende el mundo.
Porque nos guías, siempre delante, siempre esperando.
Te doy gracias, Jesús, por tu misericordia.
Porque nos miras desde la congoja
y nos sonríes desde la inocencia.
Porque nos ruegas desde la angustia
de tus hijos golpeados,
nos abrazas en el abrazo que damos
y en la vida que compartimos.
Te doy gracias, Jesús, por tu misericordia.
Porque me perdonas más que yo mismo,
porque me llamas, con grito y susurro
y me envías, nunca solo.
Porque confías en mí,
tú que conoces mi debilidad.
Te doy gracias, Jesús, por tu misericordia.
Porque me colmas y me inquietas.
Porque me abres los ojos
y en mi horizonte pones tu evangelio.
Porque cuando entras en ella, mi vida es plena.
Te doy gracias, Jesús, por tu misericordia.
y te pido que me ayudes a ser misericordioso.

El discurso más corto

Lo hizo Bryan Dyson ex presidente de Coca Cola. Lo dijo al dejar uno de los cargos más importantes del mundo.
Imagina la vida como un juego en el que estás malabareando cinco pelotas en el aire. Estas son:
            - Tu Trabajo,
            - Tu Familia,
            - Tu Salud,
            - Tus Amigos y
            – Tu Vida Espiritual.
Y tú las mantienes todas éstas en el aire.
Pronto te darás cuenta que el Trabajo es como una pelota de goma. Si la dejas caer, rebotará y regresará. Pero las otras cuatro pelotas: Familia, Salud, Amigos y Espíritu son frágiles, como de cristal. Si dejas caer una de estas, irrevocablemente saldrá astillada, marcada, mellada, dañada e incluso rota. Nunca volverá a ser lo mismo. Debes entender esto: apreciar y esforzarte por conseguir y cuidar lo más valioso.
Trabaja eficientemente en el horario regular de oficina y deja el trabajo a tiempo. Dale el tiempo requerido a tu familia y a tus amigos. Haz ejercicio, come y descansa adecuadamente. Y sobre todo... crece en vida interior, en lo espiritual, que es lo más trascendental, porque es eterno.

viernes, 5 de julio de 2024

Nos llevas en el corazón

Señor, Tú eres el más grande,
el más comprensivo, el más amoroso.
Tú muestras tu poder con el perdón y la misericordia,
nunca con la venganza y la violencia.
Cierras los ojos a nuestros pecados,
para que nos arrepintamos,
porque somos tuyos, nos llevas en tu corazón
y quieres que tengamos vida, vida abundante.
Gracias por salir a nuestro encuentro
en las personas que nos aman y en las necesitadas,
en los acontecimientos que nos hacen llorar y reír,
en tu Palabra y en los sacramentos.
Que sepamos acogerte con alegría,
para que tu mirada nos conquiste
y tu amor nos impulse a compartir.

Suema, la esclava negra

Noticias Cristianas: «Historias para amar al prójimo.

Suema pertenecía a una tribu situada al este del Niassa, uno de los lagos del interior del África. En su niñez vivía feliz con sus padres y hermanos, cuando, un día, vio cómo un león devoraba a su padre. La madre de Suema quedó viuda, y huyó de allí con sus hijos y con la miseria, que desde entonces no dejó de perseguirla. Los hermanos de Suema murieron, y ella quedó como único consuelo de su madre, viviendo juntas en una choza miserable.
Un día llegaron unos negreros y, hallándolas sin defensa, se las llevaron como esclavas. La madre de Suema pronto fue incapaz de llevar un pesado colmillo de elefante con que la habían cargado. Siendo ya inútil para la caravana, la privaron de su ración de alimento. Suema quiso partir la suya con su madre; pero, al ser descubierta por los guardianes, fue azotada como castigo de semejante delito. La pobre niña vio a su pobre madre consumirse de inanición. Agotada, cayó sobre la arena, y la caravana continuó su camino, Suema emprendió la fuga en medio del silencio de la noche, volviéndose en busca de su madre.
La encontró en el mismo sitio en donde la habían dejado. La presencia de la hija reanimó a la madre moribunda, abrió los brazos, y, estrechando a Suema contra su corazón, la arrulló con dulzura, murmurando a su oído amorosas expresiones. Agotadas, acabaron por dormirse. Mas de pronto unos hombres crueles la arrancaron de su madre, le dieron una paliza y la llevaron de nuevo con el resto de los esclavos.
Rota de cuerpo y de espíritu, Suema apenas vivía cuando llegó al mercado de esclavos. Suema quedó tendida en un rincón del mercado, no valía para nada, y envolviéndola en una estera que ataron la arrojaron a un foso, cubriéndola con una leve capa de arena. Ella hizo un esfuerzo por soltarse. En ese momento, por divina Providencia, un joven cazador acertó a pasar por allí hizo huir a los chacales y, movido por compasión, trasladó a Suema al hospital de la ciudad.
Allí, la solicitud y cuidados de las hermanas la devolvieron a la vida. Allí se quedó en el orfanato e instruida en las verdades de la religión, pronto manifestó deseos de recibir el Bautismo y hacer su Primera Comunión.
Cierto día, una de las hermanas la llamó para que le ayudase a cuidar un moribundo que habían traído al hospital. Nuestra joven se acercó al lecho y reconoció a su perseguidor, al verdugo que había hecho perecer a su madre y que a ella misma le había hecho sufrir horribles torturas. Su corazón dio un vuelco en el pecho. ¿Habría que perdonarle? En aquel momento supremo Suema hizo un esfuerzo; alzó los ojos y vio una hermosa imagen de Nuestra Señora de los Dolores que, llena de luz y de bondad, presidía la gran sala del dolor; cayó de rodillas delante de ella. Perdonó a su cruel enemigo.
Este acto heroico, la hizo digna de la vocación religiosa.

jueves, 4 de julio de 2024

Dudo y pido pruebas

            José Mª Rodríguez Olaizola, sj

Como Tomás…
también dudo y pido pruebas.
También creo en lo que veo.
Quiero gestos. Tengo miedo.
Solicito garantías.
Pongo mucha cabeza y poco corazón.
Pregunto, aunque el corazón me dice: “Él vive”
No me lanzo al camino sin saber a dónde va.
Quítame el miedo y el cálculo.
Quítame la preocupación y la lógica.
Quítame el gesto y la exigencia.
Dame tu espíritu y que,
al descubrirte, en el rostro y el hermano, 
susurre, ya convertido: “Señor mío y Dios mío”.

Dios puso nombre a los animales

Dios estaba nombrando a todos los animales mientras ellos lo seguían: jirafa, elefante, mono y así sucesivamente. Como los animales eran muchos, la operación duró días, hasta que solo quedó uno. Tenía lágrimas corriendo por su rostro, y Dios le preguntó por qué estaba llorando. "Porque no tengo nombre", fue la respuesta.
"Mira", dijo Dios, "el tuyo lo guardé para el último porque tú serás el mejor amigo del hombre, por lo que debes tener un nombre muy especial. Tu nombre será igual al mío, pero escrito al revés..."
(En inglés el nombre de Dios es God y el del perro es dog).

Un perro no es sólo un animal, es un ángel que está aquí de paso para acompañarte, siempre ahí para ti.
No les importa tu aspecto o cuánto dinero tienes. No te juzgarán, ni hablarán de ti a tus espaldas.
Ellos simplemente te aman incondicionalmente con todo su corazón, su alma, su ser y para siempre.
Ellos son el mejor amigo que jamás tendrás...

domingo, 30 de junio de 2024

Plegaria de confianza

Ayúdanos, Señor.
Si caemos, levántanos, si estamos tristes, alégranos;
si no vemos claro, indícanos el camino a seguir.
Ayúdanos, Señor.
Déjanos tocar tu manto, para que sintamos tu protección.
Acarícianos con tu mano, para que recuperemos la salud.
Danos vida con tu Palabra, para que sigamos viviendo.
Ayúdanos, Señor.
Para que nuestra fe sea grande.
Para que nuestra fe sea auténtica.
Para que nuestra fe sea caritativa.
Para que nuestra fe sea transparente.
Para que nuestra fe sea fuerte.

La astucia del zorro

Dicen que un zorro fue atrapado por un tigre. En medio de sus debilidades, el zorro, sorprendió al tigre diciéndole:
-- Ten cuidado. Yo soy el animal a quién todos los animales del bosque tienen miedo.
El tigre se sorprendió. ¡Demuéstramelo!, le dice.
El zorro le dice: acompáñame al bosque y lo verás.
Salieron al bosque los dos, y al pasar, todos los animales se escondían, más por miedo al tigre que al zorro. Pero el tigre quedó sorprendido. Y comenzó a dudar de si realmente el zorro sería el animal más poderoso de la selva.
Mientras el zorro mantuvo la fe en sí mismo, y en su astucia, el tigre comenzó a dudar y desconfiar de su fortaleza. Así el débil zorro pudo escaparse de sus garras.