jueves, 22 de diciembre de 2022

Oración de Adviento a Santa María de Belén

María de Belén, madre de Jesús,
Ante ti nuestro corazón…
Enséñale a crecer en amor y amistad.
María de Belén, madre de Jesús,
Ante ti nuestras manos…
Enséñales a construir una nueva Navidad.
María de Belén, Madre de Jesús,
Ante ti nuestra fe…
Enséñale a ser sincera y comprometida.
María de Belén, madre de Jesús,
Ante ti nuestros miedos y temores…
Enséñanos a ser valientes en la vida.
María de Belén, madre de Jesús,
Ante ti nuestros caprichos y egoísmos
Enséñanos a ser generosos y solidarios.
María de Belén, madre de Jesús,
Ante ti nuestra navidad llena de regalos…
Enséñanos a compartir con generosidad

El millonario y el anciano pobre

En una noche fría, un multimillonario se encontró afuera con un anciano pobre.
Él le preguntó: "¿No tienes frío ahí afuera?, ¿Ni siquiera llevas un abrigo?".
El anciano respondió: "No tengo abrigo, pero estoy acostumbrado".
El multimillonario respondió: "Espérame. Iré a casa y te traeré un abrigo.
El pobre estaba tan feliz y dijo que lo esperaría.
El multimillonario llegó a su casa y allí atendió al teléfono y se olvidó del pobre.
A la mañana siguiente se acordó del pobre anciano y salió a buscarlo pero lo encontró muerto a causa del frío.
El pobre anciano dejó una nota que decía: "Cuando no tenía ropa de abrigo, tenía la fuerza mental para combatir el frío, pero cuando me prometiste ayudarme, me aferré a tu promesa y eso mató mi poder mental".

Moraleja: No prometas nada si no puedes cumplir tu promesa. Puede que no sea necesario para ti, pero podría serlo todo para otra persona

martes, 20 de diciembre de 2022

¡Abre tu puerta!

Señor: Tú llegas a nuestro mundo
y nos invitas a abrir la puerta de nuestro corazón
a todos los hombres y mujeres del mundo.
Tú ya nos dijiste que eres Tú quien viene
cuando alguien llama a nuestra puerta.
Tu palabra es ésta: “He aquí que estoy a la puerta y llamo.
Si alguno oye mi voz y abre la puerta,
entraré y cenaré con él y él conmigo”.
Señor: que sepamos escuchar tu voz,
esa voz que nos llega por nuestros hermanos.
¡Que abramos la puerta para acogerte!

Cachorros en venta

El dueño de un negocio colocó este cartel: "Cachorritos en Venta"
A los niños les atraen esta clase de anuncios y no pasó mucho tiempo para que uno entrara en la tienda y preguntara:
- ¿Cuál es el precio de los perritos?
- Entre 30 € y 50 €, contestó el dueño.
El niño sacó de su bolsillo unas pocas monedas:
- Sólo tengo 2.35... € ¿Puedo verlos?
El hombre sonrió y silbó. De la trastienda, salió su perra corriendo seguida por cinco cachorritos. Uno de ellos no corría como los demás. El niño inmediatamente señaló al perrito rezagado que cojeaba.
- ¿Qué le pasa a ese perrito? -preguntó.
El hombre le explicó que al nacer, el veterinario dijo que tenía la cadera defectuosa y que cojearía el resto de su vida.
El niño se entristeció mucho y exclamó:
- ¡Ese perrito es el que quiero comprar!
El hombre replicó:
- No, tú no vas a comprar ese cachorro, si realmente lo quieres, yo te lo regalo.
El niño se disgustó y, mirando directo a los ojos del hombre, le dijo:
- Yo no quiero que usted me lo regale. Él vale tanto como los otros perritos y yo le pagaré todo. Ahora, le doy los 2.35 €, y 50 céntimos cada mes, hasta que complete el pago.
El hombre contestó:
- Tienes que pensarlo antes de comprarlo porque nunca será capaz de correr, saltar y jugar como los otros.
El niño se inclinó y se levantó el pantalón para mostrar su pierna izquierda inutilizada, sostenida con un aparato metálico. Miró de nuevo al hombre y le dijo:
- Bueno, yo tampoco puedo correr muy bien y el perrito necesitará a alguien que lo entienda.
Al hombre se le hizo un nudo en la garganta y sus ojos se llenaron de lágrimas... tomó aire, sonrió y dijo:
- Hijo, sólo espero que cada uno de estos cachorritos llegue a tener un dueño como tú.

En la vida no importa quién eres, sino que alguien te aprecie, te acepte y te ame incondicionalmente. Un verdadero amigo, es aquel que llega cuando los demás te han dejado.

domingo, 18 de diciembre de 2022

A María, madre de la esperanza

              Ecclesia in Europa, 125

María, Madre de la esperanza, ¡camina con nosotros!
Enséñanos a proclamar al Dios vivo;
ayúdanos a dar testimonio de Jesús, el único Salvador;
haznos serviciales con el prójimo,
acogedores de los pobres, artífices de justicia,
constructores apasionados de un mundo más justo;
intercede por nosotros que actuamos en la historia
convencidos de que el designio del Padre se cumplirá.
Aurora de un mundo nuevo,
¡muéstrate Madre de la esperanza y vela por nosotros!
Vela por la Iglesia en Europa:
que sea trasparencia del Evangelio;
que sea auténtico lugar de comunión;
que viva su misión de anunciar, celebrar y servir
el Evangelio de la esperanza
para la paz y la alegría de todos.
Reina de la Paz, ¡protege la humanidad del tercer milenio!
Vela por todos los cristianos:
que prosigan confiados por la vía de la unidad,
como fermento para la concordia del Continente.
Vela por los jóvenes, esperanza del mañana:
que respondan generosamente a la llamada de Jesús;
Vela por los responsables de las naciones:
que se empeñen en construir una casa común,
en la que se respeten la dignidad y los derechos de todos.
María, ¡danos a Jesús! ¡Haz que lo sigamos y amemos!
Él es la esperanza de la Iglesia y de la humanidad.
Él vive con nosotros, entre nosotros, en su Iglesia.
Contigo decimos « Ven, Señor Jesús » (Ap 22,20):
Que la esperanza de la gloria
infundida por Él en nuestros corazones
dé frutos de justicia y de paz!

¿Feliz Navidad, Felices Fiestas?

- ¡Feliz Navidad!
- ¿En qué mundo vives? Se dice "felices fiestas".
- ¿Ah sí? ¿Por qué, Jorge?
- Porque en todo el mundo se celebran muchas fiestas, no sólo navidad. Hay Januká, Kwanzaa, fin de año. Son muchas culturas y hay que respetarlas.
- Ah, vaya. Entonces, ¿todos ellos también dicen "felices fiestas"?
- Pues no lo sé, pero el respeto tiene que empezar por alguien.
- Ah, ok. Gracias por el consejo, Persona.
- ¿Por qué me llamas "persona"? Me llamo Jorge.
- Lo sé, Persona. Pero en este mundo hay muchas personas, y debemos empezar a respetarlas a todas. Entonces, empiezo contigo, Persona.
- Pero esa es mi identidad. ¡Me llamo Jorge!
- Y yo, por mi identidad como cristiano, la fiesta que celebro se llama Navidad. ¿Ves que no es divertido cuando tratan de alterar tu identidad? ¡Feliz Navidad, Jorge!