sábado, 5 de junio de 2021

Sembrar Esperanza

                 Mahatma Gandhi

Voy a seguir creyendo, aún cuando la gente pierda la esperanza.
Voy a seguir dando amor, aún cuando otros siembren odio.
Voy a seguir construyendo, aún cuando otros destruyan.
Voy a seguir hablando de paz, aún en medio de una guerra.
Voy a seguir iluminando, aún en medio de la oscuridad.
Y seguiré sembrando, aún cuando otros pisen la cosecha.
Y seguiré gritando, aún cuando otros callen.
Y dibujaré sonrisas en rostros con lágrimas.
Y transmitiré alivio cuando vea dolor.
Y regalaré motivos de alegría donde solo haya tristeza.
Invitaré a caminar a quien decidió quedarse.
Y levantaré los brazos a quienes se han rendido.
Porque en medio de la desolación,
habrá un niño que nos mirará esperando algo de nosotros.
Y aún en medio de una tormenta por algún lado saldrá el sol.
Y en medio del desierto crecerá una planta.
Siempre habrá un pájaro que nos cante, un niño que nos sonría
y una mariposa que nos brinde su belleza.

Las “riquezas” del mundo rural

Un padre rico, queriendo que su hijo sepa lo que significa ser pobre, le hizo pasar unos días con una familia de campesinos.
El niño pasó 3 días y 3 noches en el campo.
De vuelta a la ciudad todavía en coche, su padre le preguntó:
- ¿Qué hay de tu experiencia?
- Bueno, ¡ha resultado estupenda! -respondió el niño.
- ¿Aprendiste algo?
- Sí, mucho: Nosotros tenemos un perro y ellos tienen cuatro. Que tenemos una piscina con agua tratada que no es más grande que dos dormitorios; ellos tienen un río, con agua cristalina, peces y otras cosas buenas. Que tenemos luz eléctrica en nuestro jardín, pero ellos tienen estrellas y luna para iluminarles. Que nuestro jardín llega hasta la valla; el suyo, hasta el horizonte. Que compramos nuestra comida; ellos la cultivan, la cosechan y la cocinan. Que escuchamos CDs... ellos escuchan una sinfonía continua de pajarillos, grillos y otros animales... todo esto, a veces acompañado del canto de un vecino que trabaja la tierra. Nosotros usamos el microondas; ellos lo que cocinan lo hacen a fuego lento. Que nosotros, para protegernos, vivimos rodeados de vallas con alarma; ellos viven con las puertas abiertas, protegidas por la amistad de sus vecinos. Que vivimos conectados al teléfono, al ordenador y a la televisión; ellos están relacionados con la vida, el cielo, el sol, el agua, los campos, los animales, sus sombras y sus familias.
El padre se quedó muy impresionado con los sentimientos de su hijo. Finalmente, el hijo concluye:
- ¡Gracias, papá, por enseñarme lo pobres que somos!

Cada día nos volvemos más pobres porque ya no vemos la riqueza de la naturaleza!

viernes, 4 de junio de 2021

Padre-Madre nuestro

Padre, enséñame a ser uno contigo,
con los hermanos, con toda la creación,
a sentirme incondicionalmente hijo amado tuyo,
tú que eres mi Padre y Madre.
Enséñame a construir familia y comunidad
buscando en todo tu reino,
caminando en gratuidad y experimentando la libertad,
para en todo amarte y darme.
Padre, enséñame a cuidar y acoger al otro en las diferencias
con un corazón universal,
encarnándome en sencillez especialmente con los más pobres,
perdonando y levantando puentes de comunión,
haciendo una nueva tierra que sea como el cielo,
y en todo… buscar tu voluntad sin rendirme. Amén.

Volver a empezar

Un día, la vida me golpeó tan fuerte que me enseñó a resistir...
Un día, me mintieron de tal forma que me dolió y entonces aprendí a ir siempre de frente con la verdad...
Un día, me falló quien menos imaginaba y entendí que las palabras hay que cumplirlas y de los actos hay que hacerse cargo...
A veces es necesario dar vuelta a la página y empezar de cero... AUNQUE CUESTE O DUELA...
El mejor guerrero no es el que triunfa siempre, sino el que vuelve sin miedo a la batalla...

miércoles, 2 de junio de 2021

Tu presencia y nuestra fe

                  Javier Fuente, OCD

Señor, vamos y venimos, subimos y bajamos.
Atareados en mil cosas
que parece que nos va la vida en ello,
para descubrir al final nuestra propia insatisfacción.
Confesamos que solo tú eres capaz de llenar nuestro corazón,
de darnos el alimento que nos sacia,
de darnos las fuerzas para seguir el camino.
Solo tu presencia y nuestra fe.
La primera está asegurada.
La segunda la tenemos que seguir construyendo.
Señor, creemos en ti.

Las manos arrugadas de mi madre



Un joven fue a solicitar el puesto de gerente en una empresa grande. Pasó la entrevista inicial y ahora iba a conocer al director para la entrevista final. El director vio en su Curriculum Vitae sus logros académicos y eran excelentes. Y le preguntó:
- ¿Recibió alguna beca en la escuela?, el joven respondió “no”.
- ¿Fue tu padre quien pagó tus estudios?
- Mi padre murió cuando yo tenía un año, fue mi madre la que pagó. -respondió.
- ¿Dónde trabaja tu madre?
- Mi madre trabajaba lavando ropa.
El director pidió al joven que le mostrara sus manos. El joven mostró un par de manos suaves y perfectas.
- ¿Alguna vez has ayudado a tu madre a lavar la ropa?
- Nunca, mi madre siempre quiso que estudiara y leyera más libros. Además, mi madre puede lavar la ropa más rápido que yo.
- Tengo una petición -dijo el director- cuando vayas a casa hoy, ve y lava las manos de tu madre, y luego ven a verme mañana por la mañana.
El joven sintió que su oportunidad de conseguir el trabajo era alta. Cuando regresó a su casa le pidió a su madre que le permitiera lavar sus manos. Su madre se sintió extraña, feliz, pero con sentimientos encontrados y mostró sus manos a su hijo.
El joven lavó las manos de su madre poco a poco. Rodó una lágrima al hacerlo. Era la primera vez que se daba cuenta de que las manos de su madre estaban tan arrugadas y tenían tantos moratones. Algunos hematomas eran tan dolorosos que su madre se estremeció cuando él la tocó.
Esta fue la primera vez que el joven se dio cuenta de lo que significaban este par de manos que lavaban la ropa todos los días para poder pagar sus estudios. Los moratones en las manos de la madre eran el precio que tuvo que pagar por su educación, sus actividades de la escuela y su futuro.
Después de limpiar las manos de su madre, el joven se puso a lavar en silencio toda la ropa que faltaba.
Esa noche, madre e hijo hablaron durante un largo tiempo.
A la mañana siguiente, el joven fue a la oficina del director.
El director vio los ojos enrojecidos del joven cuando le preguntó:
- ¿Puedes decirme qué has hecho y aprendido ayer en tu casa?
- Lavé las manos de mi madre -respondió el joven- y también terminé de lavar toda la ropa que quedaba. Ahora reconozco que sin mi madre, yo no sería quien soy hoy. Al ayudarla me doy cuenta de lo difícil y duro que es conseguir hacer algo por mi cuenta. He llegado a apreciar la importancia y el valor de ayudar a la familia.
- Esto es lo que yo busco en un gerente -dijo el director-. Quiero contratar a una persona que pueda apreciar la ayuda de los demás, una persona que conoce los sufrimientos de los demás para hacer las cosas, y una persona que no ponga el dinero como su única meta en la vida. Estás contratado.

martes, 1 de junio de 2021

Os llamo amigos

                   José Mª Rodríguez Olaizola sj

No esperéis de mí mentiras o adulación.
No escucharéis palabras fáciles, pero engañosas,
ni os envolveré en silencios cómodos, pero cómplices.
No os ofrezco todas las ventajas al menor de los costes,
cómodos plazos para la justicia, o triunfo sin batalla.
No tendréis, en mí, una caricatura del amor a medias.
Os llamo amigos, y al hacerlo,
os prometo hondura, pasión, y verdad.
Os ofrezco mi cruz y mi cielo,
mi amor y mi fuego, mi luz y mi tiempo.
Os presento mi camino, mis pasos y mi Evangelio.
Cuando os sintáis preparados, os espero.

El mejor discípulo

Un maestro tenía un discípulo al que prefería sobre todos los demás, lo que suscitó los celos de los otros discípulos. El maestro, que conocía los corazones de todos, se dio cuenta de ello. Un día les dijo a todos que iban a hacer una experiencia para que comprendieran porque era el mejor discípulo.
El maestro ordenó que le trajeran veinte pájaros, y les dijo a sus discípulos:
- Que cada uno coja un pájaro, se lo lleve a un lugar en el que nadie lo ve, lo mate y me lo traiga luego.
Todos los discípulos se fueron, mataron los pájaros y los volvieron a traer. Todos..., salvo el discípulo favorito, que llegó el último y además le devolvió vivo el pájaro.
- ¿Por qué no lo has matado?, preguntó el maestro.
- Porque usted ha dicho que tenía que hacerse en un lugar en el que nadie pudiese vernos -respondió el discípulo-. Pues bien, en todas partes en donde he ido, Dios estaba viendo.
- ¿Veis por qué es el mejor discípulo?, exclamó el maestro.
Y los demás discípulos pidieron perdón a Dios.

lunes, 31 de mayo de 2021

Gracias, María, por tu corazón

Tu corazón obediente dijo:
«He aquí la esclava del Señor».
Y con agradecimiento proclamaste:
«Mi alma glorifica al Señor».
Tu corazón sencillo dijo:
«Hágase en mí según tu palabra».
Con corazón disponible anunciaste:
tus caminos son mis caminos.
Y con inquietud preguntaste:
¿Qué quieres que haga, Señor?
Tu corazón feliz dijo:
«Me alegro en el Dios que me salva».
Gracias, María, por tu corazón bueno y disponible;
por tu corazón sincero y transparente.
Gracias, Madre, por tu corazón sencillo y humilde;
por tu corazón lleno de luz y de amor.
Aquí me tienes, María,
dispuesto a seguir tus huellas,
deseoso de servir y amar a mis hermanos.
Aquí estoy, Madre,
atento a los deseos del Señor sobre mí.
Ayúdame, a construir la paz y la concordia;
a sembrar la alegría y la felicidad a mi alrededor.
Ayúdame, Madre,
a construir un mundo de justicia y libertad.
¡Gloria a ti, María, Madre de Dios y Madre mía!
¡Gloria a ti, Madre, morada de Dios entre nosotros!
¡Gloria a ti, María, la Bendita en el cielo y en la tierra!

Sabia Naturaleza

Un hombre encontró un capullo de una mariposa y se lo llevó a su casa para poder ver a la mariposa cuando saliera del capullo. Un día vio que había un pequeño orificio y entonces se sentó a observar durante varias horas, viendo que la mariposa luchaba por poder salir del capullo.
El hombre vio que forcejeaba duramente para poder pasar su cuerpo a través del pequeño orificio en el capullo, hasta que llegó un momento en el que pareció haber cesado de forcejear, pues aparentemente no progresaba en su intento. Pareció que se había atascado. Entonces el hombre, en su bondad, decidió ayudar a la mariposa y con una pequeña tijera cortó al lado del orificio del capullo para hacerlo más grande, y así por fin la mariposa pudo salir.
Sin embargo la mariposa tenía el cuerpo muy hinchado y unas alas pequeñas y dobladas. El hombre continuó observando, pues esperaba que en cualquier instante las alas se desdoblarían y crecerían lo suficiente para soportar el cuerpo, que se contraería al reducir lo hinchado que estaba.
Ninguna de las dos situaciones sucedieron y la mariposa solamente podía arrastrarse en círculos con su cuerpecito hinchado y sus alas dobladas.
Nunca pudo llegar a volar…. Lo que el hombre en su bondad y apuro no entendió, fue que la restricción de la apertura del capullo, y la lucha requerida por la mariposa para salir por el diminuto agujero, era la forma en que la naturaleza forzaba fluidos del cuerpo de la mariposa hacia sus alas, para que estuviesen grandes y fuertes y luego pudiese volar.

La libertad y el volar solamente podrán llegar después de la lucha. Al privar a la mariposa de esa lucha, también le fue privada su salud y su fuerza. La lucha es necesaria en nuestra vida. Si Dios no confiara en nuestras habilidades para salir adelante no nos pondría obstáculos. Y si no encontráramos obstáculos no podríamos crecer y ser tan fuertes como podemos llegar a Ser.
¡Cuanta verdad hay en esto! Cuantas veces hemos querido tomar el camino fácil para salir de dificultades, tomando esas tijeras y recortando el esfuerzo y la lucha. Necesitamos recordar que todo lo que sucede en nuestra vida es una lección y una oportunidad. Y que a través de nuestros esfuerzos nuestros triunfos y en ocasiones nuestras caídas, somos fortalecidos, así como el oro es refinado con el fuego

domingo, 30 de mayo de 2021

Un Amor, Tres Amados

Uno es Amor, y tres son los amados,
bajo el techo del alma trasladados,
que le son huertos, montes y collados;
y es sueño lo demás.
Una es la Luz, y tres los resplandores,
una la Llama viva en tres ardores,
que consumen el alma en sus fulgores;
y es sueño lo demás.
Tres los hermosos son,
y una Hermosura sola,
en que el alma abreva más dulzura
cuanto más se remonta en la espesura;
y es sueño lo demás. Amén.

San Agustín y la Santísima Trinidad

Estaba Agustín paseando por la playa pensando sobre el Misterio de la Santísima Trinidad; ¿cómo podía ser eso de tres personas distintas y un solo Dios verdadero, etc.
Por supuesto que su mente no concebía la idea, más bien, se enredaba cada vez más.
En eso vio a un niño que estaba, con una pequeña concha, sacando el agua del mar y echándola en un pocito en la arena.
- ¿Qué haces niño? –preguntó Agustín.
- ¿No lo ves?, estoy sacando toda el agua del mar para vaciarla en este pocito –dijo el niño.
- Pero… ¿no te das cuenta que eso es imposible? –replicó Agustín.
- Agustín –le dijo el niño– es mucho más fácil que yo logre hacer esto, que tú comprendas el Misterio de la Santísima Trinidad.