de preparación para la fiesta de Pascua.
Es una experiencia de intimidad con Dios
Lo principal es escuchar a Dios en el día a día.
Cuando todo parece cansado,
de los viejos troncos brotan ramas nuevas.
Cuando todo parece confuso,
amanece una luz nueva de esperanza.
Cuando todo parece destruido,
nos ofrece su mano y su consuelo;
nos susurra al oído: ¡levántate!, todo es posible.
Dios nos sorprende dándonos futuro.
Dios nos alienta dándonos esperanza.