domingo, 18 de febrero de 2024

El diablo tentador

Iba un día el demonio recorriendo el desierto cuando se encontró con un grupo de diablillos que estaban tentando a un santo ermitaño.
Intentaban seducirlo con las tentaciones de la carne, pero no conseguían nada. Le quisieron llenar la cabeza de dudas y de miedos, pero no conseguían nada. Le rodearon de todo tipo de lujos y comodidades diciéndole que su austeridad era una pérdida de tiempo, pero no conseguían nada.
El demonio dijo a aquellos diablillos aficionados:
- Dejádmelo a mí y observad.
Se acercó al santo ermitaño y le dijo al oído: ¿sabes la última noticia? Tu hermano ha sido nombrado Obispo de...
Cuando lo oyó una gran envidia se reflejó en el rostro del santo ermitaño. Y pecó.
Este santo ermitaño, hombre, al fin y al cabo, tenía su punto débil. La envidia brilló en sus ojos y su corazón se entristeció. ¿Se creía más digno y mejor que su hermano?

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