lunes, 31 de mayo de 2021

Gracias, María, por tu corazón

Tu corazón obediente dijo:
«He aquí la esclava del Señor».
Y con agradecimiento proclamaste:
«Mi alma glorifica al Señor».
Tu corazón sencillo dijo:
«Hágase en mí según tu palabra».
Con corazón disponible anunciaste:
tus caminos son mis caminos.
Y con inquietud preguntaste:
¿Qué quieres que haga, Señor?
Tu corazón feliz dijo:
«Me alegro en el Dios que me salva».
Gracias, María, por tu corazón bueno y disponible;
por tu corazón sincero y transparente.
Gracias, Madre, por tu corazón sencillo y humilde;
por tu corazón lleno de luz y de amor.
Aquí me tienes, María,
dispuesto a seguir tus huellas,
deseoso de servir y amar a mis hermanos.
Aquí estoy, Madre,
atento a los deseos del Señor sobre mí.
Ayúdame, a construir la paz y la concordia;
a sembrar la alegría y la felicidad a mi alrededor.
Ayúdame, Madre,
a construir un mundo de justicia y libertad.
¡Gloria a ti, María, Madre de Dios y Madre mía!
¡Gloria a ti, Madre, morada de Dios entre nosotros!
¡Gloria a ti, María, la Bendita en el cielo y en la tierra!

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