Con dinero se puede comprar:
La cama, pero NO el sueño.
La comida, pero NO la digestión
El libro, pero NO la inteligencia.
El lujo, pero NO la belleza.
Una casa, pero NO un hogar.
El remedio, pero NO la salud.
La convivencia, pero NO el amor.
La diversión, pero NO la felicidad.
El crucifijo, pero NO la fe.
Un lugar en el cementerio, pero NO el cielo
Señor, dame la sabiduría
para poder discernir con generosidad
la administración de los bienes que me has dado
y que son un regalo de tu gratuidad.
domingo, 21 de septiembre de 2025
El "poder" de la oración
Érase una vez un hombre muy rico que rezaba todos los días con su familia para que Dios solucionara los problemas de sus amigos misioneros.
Un día cuando terminó su oración su hijo más pequeño le dijo:
— “Papá, me gusta tu oración por los misioneros”.
El padre satisfecho le dijo: Hijo, me agrada mucho que te guste”.
A lo que el muchacho le replicó:
— Si yo fuera dueño del dinero que tienes en el banco ya habría respondido a la mitad de tus oraciones.
Un día cuando terminó su oración su hijo más pequeño le dijo:
— “Papá, me gusta tu oración por los misioneros”.
El padre satisfecho le dijo: Hijo, me agrada mucho que te guste”.
A lo que el muchacho le replicó:
— Si yo fuera dueño del dinero que tienes en el banco ya habría respondido a la mitad de tus oraciones.
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