Mariana De Jesús
Ven, Señor Jesús: te necesito como Zaqueo,
para subirme a lo más alto de mi corazón
y escuchar mi nombre de tus labios e invitarte
a que te hospedes en mi hogar y transformes mi vida entera.
Ven, Señor Jesús: te necesito como Marta,
para que mis afanes cotidianos no sean protagonistas de mi corazón
y, como María, te elija siempre a ti: la mejor parte.
Ven, Señor Jesús: te necesito como el sordomudo,
para que abras mis oídos y sueltes mi lengua
para proclamar tus maravillas y no callarme jamás
ante la Injusticia contra los más débiles.
Ven, Señor Jesús: te necesito como el leproso,
para que limpies mí corazón y no contamine a mis hermanos,
y presentarte y presentarles siempre como ofrenda agradable
un corazón limpio, radiante feliz, enamorado.
Ven, Señor Jesús: te necesito como la viuda pobre,
para deshacerme de tantas migajas con las que obsequio a mi gente,
romper, de una vez por todas, la hucha de mi corazón,
y ofrecer a mis hermanos lo más valioso que poseo:
Tu amor, tu compañía.
Ven, Señor Jesús: te necesito como Tomás,
para que aumentes por diez, por cien, por mil… mi fe
de modo que te reconozca en las llagas, heridas y dolencias
de este mundo, gravemente enfermo.
Ven, Señor Jesús: te necesito como María de Nazaret,
para que mí corazón se convierta en tu pesebre
para que, como Ella, siempre esté dispuesta
a cumplir, fiel y amorosamente, tu voluntad.
jueves, 23 de enero de 2025
Ven, Señor... te necesito
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario