jueves, 3 de enero de 2019

¿Qué besamos cuando besamos al Niño Jesús?

Sabemos que es una imagen, hecha de escayola y cemento. Representa a Jesucristo, niño sobre las pajas de un pesebre, donde comen los animales. Y en Jesucristo besamos a todos aquellos cuya fragilidad y pobreza los hace despreciables para el mundo.
Besamos a los miles de niños que, cada día, son arrancados del vientre materno y echados a los basureros para alimento de ratas y aves carroñeras. Besamos a los millones de niños condenados, desde su nacimiento, a vivir en la pobreza, en la orfandad, en la violencia de las guerras, en el abuso de los adultos.
Besamos también a las mujeres maltratadas por su pareja. Besamos a los abuelos y abuelas, olvidados en los asilos o en el anonimato de sus pisos en la ciudad. Besamos con cariño y respeto a todas aquellas personas, grandes y pequeños, a las que nadie respeta, de los que todos abusan.
Y, al besarlos, sabemos que te besamos a ti, Jesús. Porque nos has enseñado a descubrirte en los pequeños, en los pobres y sencillos, en el frágil y necesitado.
Y, como no podía ser menos, NOS DEJAMOS BESAR POR TI, JESÚS. Necesitamos sentirte cerca, amigo y compañero. Navidad nos hace presente de nuevo tu amor comprometido y cercano. Amor sin condiciones, sin exigencias de pago. Amor a todos por igual.
Gracias, Jesús. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario