sábado, 19 de junio de 2021

María, un corazón joven y agradecido

Eras joven, María, cuando revolucionaste la Historia;
eras joven cuando Dios, de puntillas, llamó a tu puerta;
eras joven cuando dijiste “sí” a su proyecto de vida;
eras joven cuando diste decidida, a su plan, respuesta.
Eras joven y te abriste a Dios como la flor al sol;
eras joven y dejaste a Dios que entrara libre en tu tienda;
eras joven y tus alas alzaron el vuelo hasta la cumbre;
eras joven y en tu vida, con Dios, entró el ritmo de la fiesta.
Tu corazón joven dijo: ¿Cómo podrá ser eso? ¿Cómo?
Tu corazón joven dijo: He aquí la esclava; he aquí.
Tu corazón joven dijo: Mi alma glorifica al Señor, mi alma.
Tu corazón joven dijo: Hágase en mí según tu Palabra;
Tu corazón joven dijo: Tus caminos son mis caminos.
Tu corazón joven dijo: ¿qué quieres, Señor, que yo haga?
Tu corazón joven dijo: Tu proyecto es mi proyecto.
Tu corazón joven dijo: Me alegro en el Dios que me salva.
Gracias, María, por tu corazón bueno y disponible.
Gracias, María, por tu corazón de ojos limpios y puros.
Gracias, María, por tu corazón sincero y transparente.
Gracias, María, por tu corazón claro y luminoso.
Gracias, María, por tu corazón sencillo y humilde.
Gracias, María, por tu corazón lleno de luz y de amor.
Gracias, María, por tu corazón abierto al infinito.
Gracias, María, por tu corazón joven, sencillamente, joven.

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