domingo, 13 de febrero de 2022

Seréis felices

Gracias, Señor, hoy nos has dicho en el evangelio
que somos bienaventurados
si dejamos en nuestra vida un hueco para que crezca Dios,
si confiamos en ti y no en las riquezas,
si abrimos nuestra vida a los que nos necesitan.
En esta Jornada de Manos Unidas te damos gracias,
Padre, por la fe que nos regalas,
por el deseo que enciendes en nosotros
para acabar con las desigualdades que nos rodean,
para cambiar las injusticias de este mundo.
Queremos ponernos en camino ya y por eso te pedimos:
Fuerza para ser tus MANOS, actuando con solidaridad.
Sabiduría para ser tu BOCA, denunciando toda desigualdad.
Profundidad para ser tus OJOS,
que descubren a tu Hijo en los más desfavorecidos.
Escucha para ser tus OÍDOS, que acogen el grito de los empobrecidos.
Valentía para ser tus PIES, saliendo de nuestra zona de confort.
Y concédenos, por encima de todo, Misericordia
para ser tu CORAZÓN que ama a cada persona de manera particular.

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