viernes, 22 de abril de 2022

Las alas de un libro

             Maria Teresa Di Dio

Anita bostezó y estiró sus brazos, dejando el libro sobre la almohada, hacía dos años que había aprendido a leer historias y cuentos que su madre le compraba.
Las alas de un libro
me llevan viajando
a lugares soñados
sus letras forman cuentos.
Con realidades creadas
cuantos momentos pasados
con sus páginas adoradas
veo infinitos finales
en este viaje imaginario.
Antes de dormir sus padres le dieron las buenas noches y le dieron un beso.
Otro bostezo y ya estaba dormida…
Tan solo unos minutos después el libro la llamó:
- ¡Anita despierta! nos vamos de paseo…
La niña no podía creer que su libro tuviera alas grandes y la invitara a subir sobre su lomo para salir de paseo volando.
Batiendo sus páginas salieron por la ventana de la habitación, Anita pensó… espero que mama no cierre la ventana o no podremos regresar.
Volaron sobre sobre la ciudad y el campo, en el bosque descendieron cerca de un enorme árbol que servía de vivienda a unos duendes, que gentilmente la invitaron a tomar una rica taza de chocolate.
En sus jardines había flores con sabor a frutilla, duraznos, dulce de leche…
Desde allí pasaron volando sobre un río, que surcaba la llanura y formaba una cascada con mucha espuma de helado sabor a vainilla.
De nuevo con ella como pasajero sobrevolaron un hermoso jardín; de allí Anita cortó flores con pétalos de azúcar y muchos colores.
- ¡¡¡Anita!!! es hora de levantarse para ir a la escuela, así la llamó su madre.
La niña aún tenía el sabor en su boca de los pétalos de las flores coloridas.
¡Que sueño tan lindo! pensó Anita, guardó su libro en la biblioteca con una caricia y se fue a la escuela…

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