jueves, 24 de agosto de 2023

La hierba mate

Hubo un tiempo en que Dios bajó al mundo y lo recorrió en compañía de san Juan y san Pedro.
Un día, mientras viajaban por un bosque muy espeso, llegaron cansados a la casa de un anciano. Este se había retirado a aquellas soledades junto con su mujer y su hija para proteger y conservar la inocencia de esta última. Era un bosque de acceso difícil y rarísima vez pasa alguien por allí.
El hombre vivía tranquilo y feliz; pero con ser tan grande su felicidad, era muchísimo mayor su pobreza. A pesar de esto, acogió a los viajeros lo mejor que pudo, dándoles de comer de aquello que tenía.
Al ver Dios esto, preguntó a san Juan y a san Pedro qué debía hacer. Ellos respondieron que debía premiar su atención. Entonces Dios dijo al anciano:
- Aunque eres pobre de bienes de fortuna, has demostrado ser muy rico de corazón; y voy a premiarte. Tienes una hija a quien quieres mucho; pues bien, voy a hacerla inmortal y no desaparecerá nunca de la tierra.
Y Dios la convirtió entonces en la hierba mate. Y desde aquel momento la bierva existe, y, por mucho que se corte, vuelve siempre a brotar.

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