jueves, 26 de julio de 2018

Nos invitas a la intimidad

Venid a un sitio tranquilo,
nos susurras al oído sin parar,
y nosotros vivimos distraídos,
corriendo siempre, sin tiempo apenas de descansar.
No me dejes vivir cual oveja perdida,
no permitas que me arrastre el rebaño,
ayúdame a vivir la auténtica vida,
pues ser del montón me desequilibra.
Contigo, Señor, cambia la historia,
las grandes cosas se vuelven pequeñas
y las mínimas amplían su valor
y se logra por fin la vida plena.
Porque vivir en comunicación contigo,
hace vivir la vida con misión,
acompañado siempre del Amigo,
que llena de entusiasmo el corazón.
Gracias, Señor, por tu llamada,
a gozar de ratos de oración,
no permitas que nunca me distraiga
para que siempre me alimente de tu Amor.

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