domingo, 24 de marzo de 2019

Las cosas no son siempre como parecen


Érase una vez dos ángeles que viajaban por el país. Llamaron a la puerta de una familia rica y ésta los alojó en el sótano. Mientras hacían la cama en el duro suelo, el ángel más viejo vio un pequeño agujero en la pared y lo tapó. El más joven le preguntó por qué lo hacía y le contestó:
- Las cosas no son siempre lo que parecen.
Al día siguiente viajaron a un pueblecito y una familia pobre les ofreció de cenar y les dieron la mejor cama para pasar la noche.
A la mañana siguiente los dos ángeles encontraron al matrimonio llorando. Su única vaca había muerto.
El ángel más joven indignado y furioso le dijo a su compañero:
- ¿Cómo has permitido semejante desgracia? Ayudaste a los ricos que nos trataron tan mal y por esta familia que nos ha dado todo no has hecho nada.
- Las cosas no son siempre como parecen, le contestó el ángel más viejo.
Cuando nos hospedamos en aquella casa rica vi que había oro en el agujero y lo tapé para que esa familia egoísta y avariciosa nunca lo encontrara.
Y esta noche cuando dormíamos, el ángel de la muerte vino a buscar a la esposa de esta casa. Yo le dije que se llevara a la vaca en lugar de la esposa.
Como ves las cosas no son siempre como parecen.

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