miércoles, 5 de febrero de 2020

El árbol que cumplía los deseos


                            Osho

En una ocasión, un hombre iba viajando y entró casualmente en el paraíso. Los indios creen que en el paraíso hay árboles llamados kalpatarus que conceden todos los deseos. Basta con sentarse debajo de ellos, desear algo, y el deseo se realiza. Piensas, y tu pensamiento se convierte en cosas; el pensamiento se plasma automáticamente.
Los kalpatarus no son otra cosa que símbolos de la mente. La mente es creativa, los pensamientos son creativos.
El hombre estaba cansado y se quedó dormido debajo de uno de estos árboles que conceden los deseos. Cuando despertó, como estaba muy hambriento, dijo:
- «Ojalá que pudiera conseguir comida en algún sitio».
Y de repente el alimento surgió de la nada y flotaba en el aire; era una comida deliciosa. Empezó a comer inmediatamente y cuando se sintió satisfecho, surgió en él otro pensamiento:
- «Si pudiera conseguir algo de bebida...» Y se materializó inmediatamente un vino delicioso.
Bebiendo el vino y relajado a la sombra del árbol en la brisa fresca del paraíso, el hombre empezó a preguntarse:
- «¿Qué está pasando? ¿Estoy soñando o estoy rodeado de fantasmas que me gastan bromas?» ¡Y aparecieron los fantasmas! Eran feroces, horribles… Se puso a temblar y se le pasó un pensamiento por la cabeza: «Ahora seguro que me van a matar. Estos fantasmas van a acabar conmigo».
Y le mataron.

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