Señor de la libertad y del amor, nos duele saber
que millones de personas son víctimas de la trata y de la esclavitud:
mujeres, hombres y niños que son engañados y llevados a lugares desconocidos.
Nos duele que, muy cerca de nosotros, otras personas
sean vendidas por la injusticia de un modelo económico
que deja en la cuneta a los más débiles de la sociedad.
Señor, nos duele que la dignidad humana sea pisoteada,
a través del engaño, la amenaza y el uso de la fuerza.
Ilumina a quienes compran y venden a otras personas;
a las que con sus decisiones provocan graves sufrimientos.
Ayúdales a darse cuenta de la gravedad de sus injustas acciones.
Haz que vean y respeten el valor y la dignidad de todo ser humano.
Señor de la Vida, ayuda, sobre todo, a todas las víctimas;
cura sus heridas con el aceite del consuelo y la esperanza.
Dales fuerza para que puedan rehacer sus vidas.
Señor, Dios de la misericordia, danos valentía para denunciar y protestar
contra la práctica humillante de la trata de los seres humanos
y contra todo atropello de la dignidad humana.
Danos sabiduría y valor para ser solidarios con las víctimas.
Danos la gracia de trabajar contigo en la construcción de un mundo más fraterno.
Dales fuerza para que puedan rehacer sus vidas.
Señor, Dios de la misericordia, danos valentía para denunciar y protestar
contra la práctica humillante de la trata de los seres humanos
y contra todo atropello de la dignidad humana.
Danos sabiduría y valor para ser solidarios con las víctimas.
Danos la gracia de trabajar contigo en la construcción de un mundo más fraterno.
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