sábado, 18 de septiembre de 2021

El paraguas

Sí, soy un paraguas. De color negro, rojo o amarillo. Con el puño de madera o de metal, ¡qué importa!, al fin y al cabo soy un paraguas.
Todo el mundo me utiliza: la gente menuda y la mayor, los hombres y las mujeres, los ricos y los pobres... Todos, rían o lloren, sean del color que sean.
Mi misión es cobijar a todo el mundo; yo siempre estoy a punto... A veces me paso los días enteros arrinconado en el armario o bien lleno de polvo en un paragüero, pero, si empieza a llover, ¡caramba, que manera de correr! no me dejan ni un momento tranquilo y quedo empapado del todo.
Empapado como una esponja. Claro que esta es precisamente mi misión: mojarme yo para resguardar a los demás de la lluvia. Y sin quejarme, en silencio.
Voy con todos al colegio, con los alumnos o con los profesores. Me gusta ser paraguas-Edgar, paraguas-Patricia, Paraguas-Lidia, Paraguas-Abel, Paraguas-Macu... paraguas yo. ¡Esto es lo que necesita nuestro mundo!
¡QUE BUENO SER PARAGUAS!

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