lunes, 13 de marzo de 2023

Jesús y la samaritana

Tú te metiste en la vida de una persona pidiendo ayuda,
que es la mejor manera de caminar juntos.
Señor, que sepamos pedir cuando estemos necesitados,
que sepamos dar cuando tengamos algo que el otro necesita,
que estemos atentos para adivinar su carencia.
Haznos sensibles al hermano, ayúdanos, Jesús, a compartir.
Hablaste con la Samaritana y le sorprendió tu cercanía,
porque siempre se te siente cálido y cercano.
Le hablaste de un agua que calma toda la sed.
Sabes tú, Señor, que tenemos sed de tantas cosas...
Y tú eres el agua que calma nuestra sed de poder,
de prestigio, de dinero, de tener razón...
de deseos que nos envuelven y nos chupan la vida.
Pero el vacío interior sigue ahí,
porque de lo que tenemos sed es de ti, Señor, de tu presencia,
de gozar de tu amor, de gastar la vida en tus cosas.
Señor, danos de tu agua para no tener ya más sed
y haz que la llevemos a los que no te han conocido o te han olvidado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario