jueves, 24 de mayo de 2018

Ayudar sin pensar en nada más

Un señor fue a la playa a darse un baño. Se puso el bañador y dejó su ropa amontonada sobre la arena. Pero al instante se dio cuenta de que lejos, dentro del mar, un hombre estaba a punto de ahogarse y gritaba: ¡socorro!
Su primera idea fue tirarse al agua para ayudarle, porque era buen nadador. Pero en seguida le asaltó otro pensamiento: “¿Y mi ropa? Esta playa tiene muy mala fama. Dicen que hay muchos ladrones. Quizá sea mejor que otro más rápido que yo vaya a salvar a este pobre desgraciado”. Y, mientras se lo pensaba, el hombre se ahogó desapareciendo bajo el agua.

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