martes, 24 de noviembre de 2020

Fijar mis ojos en ti, Señor

Señor, dame una mirada como la tuya,
una mirada que no se quede en la superficie,
que sepa bucear a lo más profundo de la realidad.
Señor, convencerme de que sólo permanece lo que se construye
sobre el cimiento sólido del amor y la verdad,
aunque parezca pequeño y débil.
Ayúdame a darme cuenta de que no quedará piedra sobre piedra
de todo lo que se levanta sobre la mentira y el egoísmo,
por grande y bello que parezca.
Señor, orienta y dirige mi trabajo y mi vida,
para que no pierda el tiempo y la fuerza
con lo que no tiene fundamento y desaparece;
para que todas mis obras broten de ti, como de su fuente,
y tiendan siempre a ti, como a su fin.

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