viernes, 29 de enero de 2021

El bastón de la palabra

Hace muchos, muchos años en una selva de América, vivían juntas muchas familias, familias de animales como los monos, pájaros de muchas clases, insectos, felinos… humanos… familias de árboles, de plantas y de flores… y la familia del cielo: la lluvia, el sol, las nubes,…
Como compartían el espacio donde vivían, cada mes se reunían todos en un corro para hablar y organizarse, repartirse las tareas, solucionar conflictos, etc. Cuándo necesitaban lluvia, cuándo sol, hasta dónde podían crecer los árboles para que les llegara el sol a las flores, y qué plantas y flores podían comer los humanos.
También hablaban de cómo se sentían y de las cosas que eran importantes para cada uno de los miembros de las familias, las cosas que les habían sucedido, cosas que querían compartir.
Hablaban de cómo se sentían y de qué cosas podrían hacer todos juntos para que la convivencia en la selva fuese mucho mejor y que cada uno de ellos pudiese hablar.
Cuando llegaba el día de la reunión todos se preparaban y se sentaban, pero sucedía que todos tenían cosas que contar y todos querían hablar a la vez, con lo cual no se podía escuchar a ninguno de ellos porque había mucho ruido. Y así se reunieron varios meses y no llegaban a ningún entendimiento.
Un día uno de los niños más pequeños de la familia de los humanos que quería compartir con el resto de las familias algo que le había sucedido empezó a hablar y sintió que no se le escuchaba, así que cogió un palo, lo sujetó con sus manos y propuso al resto que sería una buena idea hacer que este palo fuese el palo o bastón de la palabra.
- ¿Qué significa el bastón de la palabra?, le preguntaron.
- Significa que la única persona que podía hablar en esos momentos sería el que tuviese el bastón en la mano. Y eso a partir de ahora sería una nueva herramienta de comunicación. Porque todos habían sentido en algún momento que querían hablar pero que no se les escuchaba, así que la única persona que podría hablar sería la que sostuviera el bastón de la palabra en la mano.
A todas las demás familias de animales, de humanos y otros seres que vivían allí les pareció buena idea, ya que de esta manera podrían llegar a entenderse y respetarse.
En ese momento un gorila cogió el bastón y dijo al resto de las familias:
- ¡Aún podemos hacer más bonito el bastón! ¡Cada uno de nosotros podemos poner alguna cosa que nos represente o que hable de nosotros y decorar el bastón! Para que sea el bastón de todos.
Así que cada familia pensó de qué manera decorar el bastón de la palabra. Los leones pusieron su huella, los pájaros pusieron algunas plumas, los ratones pusieron un pelo de su bigote, los peces pusieron algunas escamas, las serpientes un lametazo, las flores polen y los árboles hojas, las nubes un poco de su algodón, y el sol puso un poco de su luz… y así cada uno de ellos decoró una parte del bastón con algo que los representaba.
Y a partir de ese momento cada vez que se reunían lo hacían con el bastón de la palabra.
Las instrucciones del bastón son las siguientes:

Ø  Solo puede hablar la persona que tenga el bastón en las manos.
Ø  Lo pasará cuando se sienta que lo han entendido y se sienta escuchado.
Ø  Los demás mientras no tengan el bastón no pueden hablar, ni discutir, ni interrumpir, solo escuchar y hacer que la persona que tenga el bastón se sienta querida y escuchada.
Ø  Así que en el momento en que se saca el bastón es el momento de la comunicación, tanto hablando como escuchando. Hay que ver cada situación con los ojos y el corazón de la  persona que sostiene el bastón.

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario