jueves, 28 de enero de 2021

Camino del Instituto

Iba camino del instituto para un ensayo, cuando pasé ante la casa de David, que había sido mi mejor amigo antes de enfadarse, porque yo había rechazado las drogas.
No sé cómo se me ocurrió entrar a despedirme de él, pues estaba a punto de terminar los estudios. David bajaba por la escalera con su abrigo, pero me invitó a subir.
Al principio la situación resultó muy tensa, pero después empezamos a hablar y hablar y reír y a contarnos todo tipo de anécdotas. Lo que iba a durar 15 minutos duró más de dos horas. ¡Nunca llegué al ensayo!
— Pero David, tú ibas a salir, le dije al fin.
De repente cambió su expresión.
— ¿Por qué has venido esta noche?, me preguntó.
— Sólo para despedirme.
— Pero, ¿por qué esta noche precisamente?
— Pues... no lo sé.
Me enseñó una soga de dos metros con un nudo corredizo.
— Iba a ahorcarme. Rompió a llorar y me pidió que rezara por él.
Nos abrazamos y empecé a rogar por él desde aquel mismo instante.
De camino a casa le dije a Dios: Señor, yo no sabía lo que David iba a hacer, pero Tú sí lo sabías, ¿verdad? Si puedes servirte de alguien como yo para ayudar a un pobre chico como David..., aquí estoy, Señor, úsame.

No hay comentarios:

Publicar un comentario