martes, 2 de noviembre de 2021

La vela del niño

Esta es la historia de un hombre que había sufrido lo peor que le puede pasar a un padre: había perdido a su hijo. Desde ese día no dormía bien y se pasaba el día llorando.
Una noche, mientras dormía, un ángel apareció en sus sueños y le dijo:
- Debes dejar de llorar ya.
- Es que no soporto la idea de no verlo más, -respondió el hombre con pesar.
Entonces el ángel preguntó:
- ¿Te gustaría verlo?
El hombre respondió de inmediato afirmativamente, ¿cómo no iba a querer verlo si lo único que hace desde que lo perdió es soñar con volverlo a ver?
El ángel tomó de la mano al hombre y juntos aparecieron en el cielo, el ángel le dijo con una sonrisa que pronto vería a su hijo.
Aparecieron varios niños caminando, vestidos como angelitos, con alas y cada uno sostenía una vela encendida en sus manos. El hombre le preguntó con curiosidad al ángel:
- ¿Quiénes son?
- Estos son los niños que han partido este año, todos los días hacen este paseo con nosotros porque son puros.
- ¿Mi hijo está entre ellos?, preguntó el hombre esperanzado
- Sí, ya lo vas a ver.
Los niños seguían caminando, entonces el ángel señaló a uno de los niños y dijo:
- ¡Míralo, ahí viene!
El hombre sintió un nudo en su garganta, ahí venia su hijo, tal cual como lo recordaba, estaba radiante. Pero algo le llama la atención, de todos los niños es el único que lleva la vela apagada, el padre al ver esto sintió una enorme pena por su hijo.
Cuando el chico vio a su padre fue corriendo a su encuentro y se abrazó a él. El hombre no pudo aguantar su curiosidad y le preguntó a su hijo:
- Hijo, ¿por qué tu vela no está encendida? ¿es que acaso no la encienden como a la de los demás?
- Cada mañana encienden la mía, papá. Pero luego tus lagrimas apagan mi vela.
El hombre despertó en su habitación y comprendió la lección que le dio el ángel. Debía intentar ser feliz por su hijo, llorar no lo traería de vuelta y podía demostrarle su amor recordándolo todos los días y no permitiendo que la tristeza se apodere de su vida.

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