lunes, 29 de abril de 2024

La leyenda del hilo rojo

Hace mucho tiempo, un emperador se enteró de la existencia de una bruja capaz de ver el hilo rojo del destino. Intrigado, mandó llamarla para que encontrara el extremo del hilo atado a su meñique, que lo conduciría a su futura esposa. La bruja aceptó y juntos emprendieron la búsqueda.
Siguiendo el hilo, llegaron a un mercado donde una humilde campesina vendía sus productos con su bebé en brazos. La bruja se detuvo ante ella y le pidió que se levantara. Al acercarse el emperador, la bruja anunció: ‘Aquí termina tu hilo’.
El emperador, creyendo que era una burla, reaccionó con ira. Empujó a la campesina, haciendo que la bebé cayera y se lastimara la frente. Ordenó arrestar a la bruja y encerrarla.
Años más tarde, el emperador decidió casarse con la hija de un poderoso general, siguiendo el consejo de su corte. Llegó el día de la boda y la novia entró al templo, cubierta por un velo.
Al levantar el velo para ver su rostro por primera vez, el emperador se sorprendió al descubrir que su esposa tenía una cicatriz distintiva en la frente.

Reflexión: Nuestras acciones y decisiones, aunque parezcan insignificantes, pueden tener un impacto profundo en nuestro camino y en las vidas de aquellos que están a nuestro alrededor.

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