domingo, 28 de abril de 2024

La planta de electricidad

Un misionero en África tenía una planta eléctrica con la que iluminaba la iglesia y su pequeña casa. Un día le hicieron una visita unos hombres de unas aldeas lejanas. Uno de ellos se fijó en la bombilla que colgaba del techo de la sala. Su sorpresa fue mayor cuando el misionero le dio al interruptor y la bombilla se encendió.
Uno de los visitantes le pidió una bombilla y el misionero, pensando que la quería como adorno, le dio una bombilla fundida.
En una de sus visitas a los poblados, el misionero entró en la choza del que le había pedido la bombilla y la vio colgada de una cuerda cualquiera.
El misionero tuvo que explicarle que para que diera luz necesitaba una planta, unos cables, una conexión y una bombilla nueva.

El misionero Jesús de Nazaret nos invita a todos, hoy, a vivir conectados a la planta eléctrica y a vivir una vida centrada en Cristo.

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