domingo, 22 de diciembre de 2024

La pequeña vendedora de velas

            Relato de Jaime Dzul

Era una noche fría y oscura de Navidad en un pequeño pueblo. Una niña llamada Valeria se encontraba sentada en la calle, vendiendo velas para ayudar a su familia a pasar las fiestas.
Mientras Valeria esperaba a los compradores, un anciano se acercó a ella. El anciano parecía muy pobre y llevaba un abrigo raído. Valeria se apiadó de él y le ofreció una vela gratis.
El anciano se sorprendió por la generosidad de Valeria y le preguntó por qué lo había hecho. Valeria respondió:
- "Es Navidad, y quiero hacer algo bueno por alguien que lo necesite".
El anciano sonrió y dijo:
- "Eres una niña muy especial, Valeria, tu acto de bondad ha iluminado mi corazón. Recuerda que la verdadera magia de la Navidad no está en los regalos o la comida, sino en la generosidad y el amor que compartimos con los demás".
Al día siguiente, Valeria se despertó y encontró un paquete en su puerta. Era un regalo del anciano, que resultó ser un rico empresario que había estado disfrazado para ver cómo la gente reaccionaba a la pobreza.
El regalo era una gran suma de dinero para ayudar a la familia de Valeria También incluía una nota que decía: "Recuerda, Valeria que la bondad y la generosidad siempre serán recompensadas".
Valeria aprendió una valiosa lección ese día: que la verdadera magia de la Navidad está en compartir el amor y la generosidad con los demás, y que siempre hay recompensas para aquellos que actúan con bondad y compasión.

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