En la fiesta de la Presentación del Niño Jesús en el Templo
María, Madre de Jesús, te presentamos a nuestros hijos e hijas:
son también hermanos de Jesús e hijos de Dios.
Te ofrecemos sus ojos:
que tengan una vista de lince para ver las señales
de la presencia y el paso de Dios por este mundo.
Te ofrecemos sus manos:
que sean hábiles para abrirse, dar y acariciar;
y muy torpes para cerrarse, golpear y poseer
Te ofrecemos sus corazones:
que no sean insensibles al sufrimiento de los otros,
y sean siempre misericordiosos.
Te ofrecemos todo lo que son y serán:
que cuando tengan capacidad para elegir…
elijan a Jesús y dejen atrás la mentira, la violencia, la injusticia…
¡María, aquí tienes a nuestros hijos!
Tu fe nos ayuda a ponerlos en las manos de Dios.
Míralos con cariño. Amén
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