"Feliz el que no ve desvanecerse su esperanza" (cf. Eclo 14,2)
¡Qué hermosas son estas palabras tuyas, Señor!
Ayúdanos a continuar nuestra peregrinación a lo largo del tiempo
¡animados por la esperanza que viene de Ti!
Ayúdanos a llevar a este mundo, que se está dividiendo,
la esperanza de la comunión.
Ayúdanos a llevar a este mundo, herido por las guerras,
la esperanza de la paz.
Ayúdanos a llevar a este mundo, que se deshumaniza,
la belleza de una sonrisa antigua.
Ayúdanos a ser el recuerdo de tu ternura,
para nuestros nietos, para nuestros seres queridos
y para todos los que encontremos.
¡Ayúdanos a llevar a un mundo que no te presta atención
la Esperanza de una vida nueva que sólo Tú puedes dar!
¡Porque en Ti, Señor, nada está perdido!
¡Porque en Ti, Señor, todo vuelve a empezar! Amén.
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