domingo, 15 de julio de 2018

El maestro y los discípulos

Puccini fue un músico que compuso varias óperas famosas. En 1922 cuando está escribiendo Turandot, se le declaró un cáncer mortal.
Puccini dijo a sus discípulos:
- "Si yo no termino esta ópera, quiero que ustedes, mis discípulos, la terminen por mí".
Pocos días  después el compositor moría.
Sus discípulos se pusieron manos a la obra para concluir la ópera como había sido el deseo de Puccini y en 1926, cuatro años después de la muerte del compositor, Turandot se estrenaba en Milán.
Todo funcionó a la perfección y cuando se llegó al punto donde el maestro había terminado, el director se paró, se volvió al público y, entre sollozos, dijo:
- "Hasta aquí el trabajo del maestro".
Un gran silencio embargó el teatro. El director cogió la batuta y entre lágrimas y sonrisas exclamó:
- "Y aquí comienza el trabajo de sus discípulos".

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