Ramona Yanes,
La Navidad es una época muy peculiar para Neas. Su
madre poco a poco va sacando del desván las figuritas del Belén. Neas, está
jubiloso, le encanta ir adornándolo y, así se pasa varios días.
- Mamá, ¿ponemos el puente aquí? Creo que quedará
precioso.
Su madre que gusta de hacer feliz a su hijo no tiene por menos que asentir.
Su madre que gusta de hacer feliz a su hijo no tiene por menos que asentir.
- Sí, hijo, este año para variar, pondremos el
puente a este otro lado. Mira, estos pastorcillos, que trajo la abuela,
quedarán preciosos. A ver, ve poniendo al Niño Jesús, yo colocaré a María y José
- Mami, la mula y el buey detrás.
- Sí, así quedará muy bonito.
- Mamá, ¿vendrá la abuela en Navidad? Cuando vino
el otro día dijo que no sabía si podría porque le recordaba al abuelo, creo que
quiso decir que al no estar con nosotros se sentiría triste.
- Hijo, el abuelo no está físicamente, pero su bondad
y su amor siempre seguirá con nosotros, es decir, que, a pesar de su ausencia,
en nuestros corazones por siempre estará. Ya verás como la abuela vendrá.
- Mamá, ¿por qué el Niño Jesús tuvo que nacer en
un establo?
- Neas, el Niño Jesús, nació en un establo de
Belén porque nadie le abrió la puerta de su casa, se sintieron solos. María y
José, sus padres, no tuvieron más remedio que ir a aquel establo, es por eso
que la mula y el buey se encontraban allí.
- ¿Quieres decir mami que la gente era mala?
- Neas, no todas las personas son malas, pero las
hay que no ayudan a nadie, eso forma parte del ser humano. Hay bondad como hay
maldad, ya irás comprendiendo, hijo mío, cuando te vayas haciendo mayor.
- Yo rezo cada noche como me has enseñado, mamá,
¿crees que soy bueno?
- Claro que eres bueno, pero no sólo por rezar,
hay quién reza y sólo se queda en eso. Además de las oraciones hay que ayudar
al prójimo, darle afecto, comprensión y ayudarle siempre que se pueda.
- Mamá, ya llega papá, seguro que trae a casa la
estrella que falta.
- Sí, la pondremos arriba de todo, ella nos
iluminará para que nos demos cuenta de que tenemos que ayudar a quién más lo
necesite.
Así es como Neas, sus padres y abuela sentían la
Navidad. Además de conmemorar tan hermoso día, siempre se dedicaron a hacer el
bien y eso les llevó a tener una vida hermosa, llena de armonía y felicidad.
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