viernes, 28 de diciembre de 2018

Cuento de Navidad


                 Ramona Yanes,  

La Navidad es una época muy peculiar para Neas. Su madre poco a poco va sacando del desván las figuritas del Belén. Neas, está jubiloso, le encanta ir adornándolo y, así se pasa varios días.
- Mamá, ¿ponemos el puente aquí? Creo que quedará precioso.
Su madre que gusta de hacer feliz a su hijo no tiene por menos que asentir.
- Sí, hijo, este año para variar, pondremos el puente a este otro lado. Mira, estos pastorcillos, que trajo la abuela, quedarán preciosos. A ver, ve poniendo al Niño Jesús, yo colocaré a María y José
- Mami, la mula y el buey detrás.
- Sí, así quedará muy bonito.
- Mamá, ¿vendrá la abuela en Navidad? Cuando vino el otro día dijo que no sabía si podría porque le recordaba al abuelo, creo que quiso decir que al no estar con nosotros se sentiría triste.
- Hijo, el abuelo no está físicamente, pero su bondad y su amor siempre seguirá con nosotros, es decir, que, a pesar de su ausencia, en nuestros corazones por siempre estará. Ya verás como la abuela vendrá.
- Mamá, ¿por qué el Niño Jesús tuvo que nacer en un establo?
- Neas, el Niño Jesús, nació en un establo de Belén porque nadie le abrió la puerta de su casa, se sintieron solos. María y José, sus padres, no tuvieron más remedio que ir a aquel establo, es por eso que la mula y el buey se encontraban allí.
- ¿Quieres decir mami que la gente era mala?
- Neas, no todas las personas son malas, pero las hay que no ayudan a nadie, eso forma parte del ser humano. Hay bondad como hay maldad, ya irás comprendiendo, hijo mío, cuando te vayas haciendo mayor.
- Yo rezo cada noche como me has enseñado, mamá, ¿crees que soy bueno?
- Claro que eres bueno, pero no sólo por rezar, hay quién reza y sólo se queda en eso. Además de las oraciones hay que ayudar al prójimo, darle afecto, comprensión y ayudarle siempre que se pueda.
- Mamá, ya llega papá, seguro que trae a casa la estrella que falta.
- Sí, la pondremos arriba de todo, ella nos iluminará para que nos demos cuenta de que tenemos que ayudar a quién más lo necesite.
Así es como Neas, sus padres y abuela sentían la Navidad. Además de conmemorar tan hermoso día, siempre se dedicaron a hacer el bien y eso les llevó a tener una vida hermosa, llena de armonía y felicidad.

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