jueves, 4 de abril de 2019

La lógica del borracho


                         Jorge Bucay Cuentos para pensar

Un tipo llega a un bar, se sienta en la barra y pide cinco vasos de güisqui.
- ¿A la vez?, pregunta el camarero.
- Sí, los cinco, contesta el cliente, solos, sin hielo.
- El camarero le sirve y el cliente se los bebe uno detrás de otro
- Camarero, dice. Ahora sírvame cuatro vasos de güisqui, sin hielo.
Mientras el hombre le sirve, empieza a ver en el cliente una sonrisa estúpida. Después de beberse seguidos los cuatro vasos, trata de sostenerse y mientras se apoya en la barra exclama:
- ¡Muchacho! Tráeme tres vasos más de güisqui, se ríe un poco y añade: Sin hielo.
El camarero obedece y el cliente se los vuelve a beber rápidamente.
Ahora no sólo la sonrisa es estúpida, la mirada también.
- ¡Amigo!, dice ahora en voz muy alta. Ponme dos vasos de lo mismo.
Se los bebe y grita dirigiéndose una vez más al camarero:
- ¡Hermano! tú eres como un hermano para mí.
Ríe a carcajadas y añade:
- Sírveme una copa más de güisqui, sin hielo. Pero sólo una ¿ehhhh?... Solamente una...
El del bar se la sirve.
El tipo se bebe la solitaria copa de un solo trago y, debido a un mareo irresistible, cae al suelo total y definitivamente ebrio. Desde el suelo le dice al camarero:
- Mi médico no me quiere creer, pero tú eres testigo. ¡Cuanto menos bebo, peor me sienta!

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