sábado, 26 de octubre de 2019

Esfuerzo


En cierta ocasión -según cuentan los Maestros zen- una anciana, en plena estación de lluvias, fue en peregrinación a un lejano santuario, situado en una montaña. De camino se detuvo en una posada para pedir alojamiento y pasar la noche antes de comenzar el ascenso a la montaña sagrada.
- No podrá trepar, por el resbaladizo barro de la montaña con este tiempo. Es imposible -le dijo el posadero.
- Será muy fácil -contestó la anciana-. Mi corazón lleva años allí. Ahora sólo es cuestión de llevar el cuerpo.

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