miércoles, 2 de diciembre de 2020

Si estoy sentado, levántame, Señor

Si dudo de tus promesas; levanta mi fe, Señor.
Si aumentan mis pesares; levanta mi ánimo, Señor.
Si me acosan mil dificultades; levanta mi fortaleza, Señor.
Si mi interior se acobarda; levanta mi espíritu, Señor.
Si me ciegan los ídolos; levanta mi vista hacia Ti, Señor.
Si me enloquece la apariencia; levanta mi corazón a Ti, Señor.
Si mi cabeza se inclina; levántala para poder verte.
Si me encuentro esclavo; levanta mis cadenas para caminar.
Si me encierro en mí mismo; levanta mi alma hacia Ti, Señor.
Si me conformo con lo que veo; levanta mi afán de buscarte.
Si sufro por la ansiedad; levanta en mí la conformidad.
Si prefiero la comodidad; levántame y ponme en pie, Señor.
Si duermo y no te espero; levántame y despiértame, Señor.
Si me despisto y no te busco; levántame y condúceme, Señor.
Si me equivoco de dirección; levántame y reoriéntame, Señor.
Si prefiero otros señores; levántame y hazme ver tu grandeza.
Si no tengo miedo a nada; levántame y dame tu santo temor.
Si me creo único e invencible; levántame y dame humildad.
Si pasa el tiempo y desespero; levántame y ven a mi encuentro en Navidad. Amén.

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