lunes, 6 de septiembre de 2021

Fábulas de la antigua China-3

Demasiados senderos
Un vecino de Yang Zi, que había perdido una oveja, mandó a todos sus hombres a buscarla y le pidió al sirviente de Yang Zi que se uniera a ellos.
- ¡Qué! –exclamó Yang Zi–. ¿Necesita usted a todos estos hombres para encontrar una oveja?
- Son muchos los senderos que puede haber seguido –explicó el vecino.
Cuando regresaron, Yang Zi preguntó al vecino:
- Bueno, ¿encontraron la oveja?
Este contestó que no. Yang Zi preguntó por qué habían fracasado.
- Hay demasiados senderos –respondió el vecino–. Un sendero conduce a otro, y no supimos cuál tomar; así es que regresamos.
Yang Zi se quedó hondamente pensativo. Permaneció silencioso largo tiempo y no sonrió en todo el día. Sus discípulos estaban sorprendidos.
- Una oveja es insignificante –dijeron–, y ni siquiera era suya. ¿Por qué tiene usted que dejar de hablar y sonreír?
Yang Zi no respondió, y sus discípulos se llenaron de perplejidad. Uno de ellos, Mengsun Yang, fue a contarle a Xindu Zi lo que ocurría.
- Cuando hay demasiados senderos –dijo Xindu Zi–, un hombre no puede encontrar su oveja. Cuando un estudiante se dedica a demasiadas cosas, malgasta su tiempo y pierde su ruta. Usted es discípulo de Yang Zi y aprende de él; sin embargo, parece que no ha llegado a comprenderle nada. ¡Qué lástima!

El cochero vanidoso
Un día Yan Zi, Primer Ministro del Reino de Qi, salió en su carroza. La mujer de su cochero, desde el portal observó cómo su marido, engreído y presumido, conducía los cuatro caballos desde el pescante.
Cuando el cochero regresó a casa la mujer le dijo que quería abandonarle.
El marido preguntó el porqué.
- Yan Zi es Primer Ministro de Qi –repuso ella–. Es famoso a través de todos los Reinos. Pero hoy lo vi sumido en sus pensamientos y sin darse aires. Tú eres un simple cochero; sin embargo te das gran importancia y estás muy satisfecho de ti mismo. Por eso te quiero dejar.
Desde entonces, el marido se comportó con modestia. Cuando Yan Zi, sorprendido, inquirió el motivo de este cambio, el cochero le dijo la verdad. Entonces Yan Zi lo recomendó para un puesto oficial.

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