viernes, 21 de marzo de 2025

Líbranos, Señor, de la codicia

          Benjamín González Buelta, S J

Líbranos, Señor, de la codicia.
De atarnos a las riquezas como el que se sujeta
con un cinturón de seguridad al avión que vuela a su destino.
De constituirse a sí mismo en centro de peregrinación
donde confluyan los caminos
de los que van y vienen buscando al absoluto.
De inmolar nuestra libertad ante el altar de la técnica
donde vamos destruyendo con el consumo voraz
el futuro hecho objeto.
De acumular conocimientos
con el propósito callado de hinchar nuestro apellido,
hasta que llegue vía satélite hasta los confines de la tierra.
De apuntar con el índice a nuestro propio pecho
jugando a ser como dioses,
mientras el dedo de Juan señalaba a Jesús entre la gente
y Jesús señalaba a Dios y su Reino.
Líbranos de toda codicia,
la del espíritu y la técnica, la de fama y el dinero,
ídolos que nos hacen orgullo
drogados por su brillo pasajero.
Para llenar la ansiedad y el vacío de trascendencia
exigen su ración diaria de sangre propia y ajena.

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