miércoles, 17 de mayo de 2017

La oruga Sandy

Sandy era una pequeña oruga muy amable y alegre, sin embargo, sus vecinos la evitaban a toda costa porque ante sus ojos, “era un bicho muy feo”. No se dignaban si quiera a responderle el saludo y algunas veces la insultaban, sin embargo Sandy, la oruga, seguía sonriendo y portándose tan amable como siempre, ella era feliz todo el tiempo porque disfrutaba cada pequeño detalle de la vida y buscaba siempre obtener algo bueno aun de las cosas que parecían tan negativas. Aunque esto le significara regaños de su única amiga, la hormiga, pero es que las hormigas son más prácticas y organizadas, no les gusta gastar su tiempo en otra cosa que no sea trabajo y parecía que portarse bien con los vecinos era un desperdicio.
Uno de tantos días, Sandy se envolvió en quien sabe qué cosa, ahí a la vista de todos y los vecinos pensaron que era una gran idea, así los libraba de su desagradable aspecto y podrían continuar con sus cosas. 
Días después, la envoltura extraña se rompió y salió de ella una bella mariposa, habían visto algunas antes, pero ninguna tan bella como esta, así que no perdieron tiempo, se acercaron a llenarla de atenciones y pedirle que fuera su amiga.
Sin embargo, la hermosa mariposa, les dijo que ella era Sandy, aunque pocos podían creerlo, un bicho tan feo no podría convertirse en algo tan bonito, pero así fue. Con la amabilidad que la caracterizaba, rechazó cortésmente su oferta, y fue en busca de su verdadera amiga la hormiga. Pues ella la apreció desde siempre, supo ver su belleza interior y valorarla por ello.
En cambio la amistad que le ofrecían sus vecinos, no era sincera, solo se acercaban a ella porque era hermosa; si en realidad hubiesen tenido buenas intenciones serían amigos desde que era una oruga, porque f seguía siendo la misma, tan solo había cambiado su aspecto. Y lo importante no se lleva por fuera.

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