jueves, 18 de mayo de 2017

La felicidad escondida

Un poco antes de que la humanidad existiera, se reunieron varios duendecillos para hacer una travesura. Uno de ellos dijo:
- Debemos quitarles algo a los seres humanos… pero, ¿qué?
Después de mucho pensar, otro dijo:
- ¡Ya sé!... Vamos a quitarles la felicidad. El problema es dónde esconderla para que no puedan encontrarla.
Propuso el primero:
- Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo.
- No, recuerda que tienen fuerza; alguno podría subir y encontrarla, y si la encuentra uno, ya todos sabrán dónde está - replicó otro.
Se escuchó una nueva propuesta:
- Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar.
Otro de los duendes señaló:
-No, no olvides que son curiosos, alguno podría construir un aparato para bajar, y entonces la encontrarán.
- Escondámosla en un planeta bien lejano de la tierra, propuso otro.
- No, le dijeron. Recuerda que les dieron inteligencia, y un día alguno va a construir una nave para viajar a otros planetas y la va a descubrir, y entonces todos tendrán felicidad.
El más astuto y viejo, que había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas, dijo:
- Creo saber dónde ponerla para que nunca la encuentren…
Todos voltearon asombrados y preguntaron al unísono:
- ¿Dónde, dónde?
- La esconderemos dentro de ellos mismos. Estarán tan ocupados buscándola afuera que nunca la encontrarán…
Todos estuvieron de acuerdo y desde ese entonces los hombres andan buscando la felicidad fuera, cuando en realidad la tienen dentro de sí.

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