miércoles, 25 de abril de 2018

Los miércoles, milagro

Una tarde, el pequeño Jacinto preguntó a su amiga Gabriela:
- ¿Por que vienes tan contenta? ¿Que hiciste o que te ha pasado en la escuela?
- Hice un milagro -respondió la niña-
- ¿Un milagro? ¿Cómo?
- Sí. Lo hice después de la catequesis.
- ¿Y cómo hiciste el milagro?
- La catequista es una señorita que esta muy enferma. No puede moverse ni caminar porque esta paralítica y no puede hacer nada ella sola. Solo habla y nos enseña el Catecismo y se ríe con nosotros.
- ¿Y que pasó?
- Hoy nos ha hablado sobre los milagros de Jesús y hubo un niño que le dijo "Yo no creo que haya milagros. Si hubiera milagros Dios te hubiera curado y podrías caminar".
- ¿Y qué dijo la catequista?
- Ella sonrió maravillosamente y dijo: "Sí, Dios también hace milagros para mí". Y los niños le dijeron: ¿Qué milagro te ha hecho? A lo que la catequista contestó: "vosotros sois mi milagro, porque después de la catequesis de los miércoles, me lleváis a pasear por el parque empujando mi silla de ruedas".
La catequista dijo también que habría muchos milagros si la gente estuviera dispuesta y quisiera hacerlos. Por eso vengo contenta. Hoy es miércoles y vengo de hacer un milagro. Y cuando yo sea grande quiero hacer un montón de milagros y no solamente los miércoles sino todos los días.

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