lunes, 16 de abril de 2018

Paz a vosotros

«Paz a vosotros»
era tu saludo y la señal de tu presencia
entre los discípulos asombrados.
Y la paz se hacía corpórea, habitaba los corazones
y llenaba la estancia, porque tu palabra es viva y eficaz.
Y la paz, que era tu don,
se volvía también para ellos una tarea:
la de ser sus testigos y extender sus efectos
desde oriente hasta occidente.
Señor Jesús,
que la alegría de la Pascua que ahora celebramos
nos llene el corazón de tu paz serena
y se extienda a nuestro alrededor.
Que tu presencia entre nosotros
ponga concordia en nuestro mundo en conflicto,
aporte equilibrio en nuestra sociedad
y en las relaciones con la naturaleza,
conscientes de que todos caminamos juntos
hacia la plenitud de tu Reino.

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